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Michelle Malkin

La definición izquierdista de "héroe"

Watada es simplemente el último de una serie de perdedores que abandonaron a sus hombres, su misión y el mandato de la ley. La izquierda llama a eso "disentir". El resto lo llamamos por su nombre: deserción.

El furioso blogger izquierdista del Washington Post William Arkin considera "mercenarios" a los soldados norteamericanos en Irak que creen en su misión, que son "cándadios" y deberían estar agradecidos de que no les haya escupido aún en la cara. El resentido senador demócrata John Kerry cree que estos soldados, que se presentan voluntarios al servicio, no "hicieron un esfuerzo para ser inteligentes" y están "atrapados en Irak" a causa de sus deficiencias intelectuales. En el último estertor pacifista en Washington, progres amantes de la paz saquearon una oficina militar de reclutamiento, repitiendo los actos de destrucción perpetrados por matones, piedra en mano, en campus universitarios y centros de entrenamiento de oficiales de la reserva (ROTC, por sus siglas en inglés) en todo el país.

¿Quién inspira a estos críticos obsesionados con las tropas? ¿A qué valiente ovacionan? ¿A quién llaman "héroe"? Al soldado norteamericano que voluntaria y libremente se juega el tipo sobre el campo de batalla en nombre de sus convicciones, su familia, nuestro país, nuestra seguridad y nuestra libertad, no.

No, su idea de un héroe militar es el lugarteniente del ejército Ehren Watada. ¿Watada recibió una bala por sus camaradas? ¿Rescató a civiles inocentes de las fuerzas insurgentes? ¿Se arrojó sobre una granada? ¿Tendió una emboscada a un nido de francotiradores terroristas? No.

Watada es un soldado sometido a consejo de guerra por desafiar las órdenes de ser destinado a Irak tras presentarse voluntariamente a filas. Para aquellos que no entienden bien el idioma, les pongo el significado de presentarse voluntario: " Realizar o ofrecerse a realizar un servicio por libre voluntad propia". Centenares de pacifistas entusiastas, incluyendo al actor Sean Penn, se presentaron para aclamar a Watada.

Estaba programado que Watada abandonase Fort Lewis para su primera estancia en Irak el pasado verano. En lugar de subir al autobús con sus compañeros soldados, anunció que no acudiría y denunció la guerra como "ilegal" e "injusta". Fue el único oficial que se negó a ser destinado a Irak con los 4.000 miembros de la Brigada Stryker de Fort Lewis. La maquinaria propagandística pacifista entró en escena a plena marcha por Watada, con conferencias de prensa coordinadas en Tacoma, Washington, y Honolulu, donde creció el soldado.

Algunos de los vecinos de la ciudad natal de Watada están hartos de su falta de honestidad intelectual. En un periódico de la ciudad de Watada, The Honolulu Advertiser, el coronel retirado Thomas D. Farrell, que sirvió como oficial de Inteligencia del ejército en Irak en 2005-2006, le respondió:

¿Cómo puede alguien afirmar en serio que nuestra implicación militar en Irak es ilegal cuando tanto el Congreso como la ONU han tomado medidas para autorizarla, y permitir que continúe hasta la fecha? El teniente Watada afirma tener derecho a su propia opinión personal, al margen del Congreso o la ONU. Si tiene razón, ¿por qué no tener nuestras propias opiniones personales acerca de la velocidad más segura para conducir o cuánto dinero es justo que paguemos a Hacienda? La respuesta es obvia: imperaría la anarquía, y el mandato de la ley –la base de toda libertad real– dejaría de existir.

Lo único ilegal aquí es el rechazo voluntario de Watada a cumplir órdenes. Watada es simplemente el último de una serie de perdedores que abandonaron a sus hombres, su misión y el mandato de la ley. La izquierda llama a eso "disentir". El resto lo llamamos por su nombre: deserción.

Muchos observadores militares dicen que olieron a gato encerrado cuando escucharon por primera vez la historia de Watada. Éste se licenció en la Hawai'i Pacific University en 2003, ingresando en el ejército poco más tarde, asistiendo después a la escuela de oficiales y se comprometió a permanecer tres años en él. El oficial de la Marina Robert Webster escribió:

Este tipo se licenció en la universidad y después ingresó en el ejército, asistiendo a la escuela de oficiales, después de que hubiera comenzado ya la campaña de Irak, simplemente para afirmar que era una guerra 'ilegal' en cuanto su unidad fue movilizada. Me huele raro. En mi opinión, o bien el ejército dio autoridad a un idiota que no sabía lo que pasaba en el mundo o tenía todo esto planeado desde que entró en el ejército.

¿Soldados que hacen declaraciones políticas calculadas contra sus propios compañeros? No sería la primera vez ejem, John Kerry, ejem. Idiota o conspirador, Watada merece una pena firme y rígida por su desobediencia a la ley. Hay una propuesta excelente en el blog militar Op-For:

Relevarle de las funciones operativas y enviarle a trabajar a Walter Reed para que gestione el papeleo de la entrada y salida de los veteranos heridos.

Sí, ahí es donde están los verdaderos héroes.

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