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EDITORIAL

La "novedad" del plan Ibarretxe

Si el objetivo final es el mismo que siempre, el método tampoco debería ser nuevo para quienes recuerden el apoyo de ETA al plan Ibarretxe o incluso al anterior plan Ardanza que sirvió de compromiso nacionalista para que ETA declarara la tregua del 98

El portavoz de ETA-Batasuna, Arnaldo Otegi, en su enésima vulneración de la Ley de Partidos, ha celebrado un acto político en el que ha explicado y concretado el procedimiento que se tiene que llevar a cabo para que ETA logre los objetivos soberanistas y anexionistas por los que ha asesinado a casi un millar de españoles.

Si los objetivos finales son los mismos que siempre, el procedimiento tampoco debería ser nuevo para quienes recuerden el apoyo de ETA al "plan Ibarretxe" o incluso al anterior "plan Ardanza" que, a través de Estella, sirvió de compromiso nacionalista para que ETA declarara la tregua del 98. Se trata ni más ni menos de un nuevo "estatuto" soberanista para el País Vasco y Navarra, que incluya el falso "derecho" de autodeterminación, que se ejercitaría hasta lograr la unión de ambos territorios y su conjunta secesión del resto de España.

Si Rajoy ha estado acertado calificando la propuesta batasuna como "el mismo discurso proetarra de siempre", todavía ha sido más ajustada la consideración de los separatistas del PNV al reconocer que esa "propuesta" ya estaba incluida en el "Plan Ibarretxe", respaldado por ETA. De hecho, ha sido el propio Otegi, quien se ha vuelto a negar a condenar la violencia, el que ha aclarado que "con esta oferta no hay renuncia a nada". Ciertamente el chantaje de plantear esta independencia por fases como conditio sine qua non para "resolver el conflicto" sigue tan repugnantemente vigente como lo ha estado siempre en ETA y en todas las formaciones separatistas vascas. Otegi ha sido muy claro al advertir que, si no hay referencia al Iparralde (parte del territorio francés) es, sencillamente, porque la "oferta" va dirigida al Estado español, mientras que a Francia ya se le ha presentado un planteamiento para convertir en una autonomía las tres provincias francesas que pretenden.

Ni que decir tiene que el Gobierno francés habrá tirado a la basura esa "oferta" con el mismo y admirable desprecio que siempre ha dedicado a los chantajistas comunicados de alto el fuego de ETA y sus mal llamados "procesos de paz".

Ante esta "apaciguadora" formulación del chantaje etarra, ante esta reiteración del plan Ibarretxe, la única "novedad" –y no tanta– ha sido la infame bienvenida que le han dirigido fuentes del Gobierno de Zapatero y del PSOE, comunicadas a la agencia Servimedia. Los socialistas consideran que, con esta chantajista "oferta", Batasuna ha dado un "giro notable" y puede ser revelador de que el entorno de ETA está evolucionando hacia posiciones "plenamente" constitucionales. Ahora ya sólo faltaría –añaden estas fuentes socialistas– que ETA desaparezca o, en su defecto, se produzca un desmarque claro e inequívoco de la violencia por parte de Batasuna-ETA.

No lo habrá. Pero lo que está claro es que para el Gobierno del 14-M, los dos asesinados en Barajas se suman al casi un millar de "accidentes" que hemos sufrido por no seguir la "apaciguadora" senda que nos dicta el terrorismo.

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