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EDITORIAL

Caramba con el mando único

Quizá fuera mejor que el Gobierno Zapatero, en lugar de un mando único para Policía y Guardia Civil, pusiera un mando único para la Policía. Se ve que hace falta.

Si querían convencernos de que las mentiras de la investigación del 11-M no fueron fruto de una decisión deliberada sino de una monumental negligencia, hay que reconocer que no se puede hacer mejor labor que la que Mesquida y los suyos están llevando a cabo estos días.

Lo normal es que, en esta situación, diéramos mayor credibilidad a lo que dicen la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, vulgo mando único, y la Policía Científica. Sin embargo, Mesquida es el mismo que, pocos días antes del brutal atentado, afirmaba que no existían datos que hicieran pensar en un rearme de ETA. Lo más benevolente que cabe concluir de semejantes declaraciones es que no se trata de un político especialmente bien informado de lo que hacen sus subordinados y, por tanto, no debiéramos confiar en lo que pueda decir sobre este asunto.

En cuanto a la Policía Científica, no cabe duda de que es capaz de realizar análisis que los TEDAX no pueden hacer. Es algo que hemos repetido por activa y por pasiva a la vista del informe que presentaron al juez Del Olmo sobre los explosivos que se emplearon en el 11-M. Desgraciadamente, está aún dirigida por el comisario Miguel Ángel Santano, imputado por falsedad documental en el caso de la manipulación del informe sobre el ácido bórico, de modo que toda conclusión que provenga de ella debe tomarse al menos con precaución. Razón por la cual las defensas de tres procesados por el 11-M han recusado a los peritos escogidos por él para hacer un nuevo análisis de los restos de explosivos en el atentado, una decisión de lo más natural, vistos los antecedentes.

Se podría concluir, por tanto, que quizá sea en los TEDAX donde hemos de depositar nuestra confianza. Sin embargo, es precisamente su actuación en el 11-M lo que nos hace dudar de que el hecho de que no hayan podido determinar el explosivo utilizado signifique que no se pueda saber por medio de análisis en laboratorios más sofisticados que los suyos. Además, cabe preguntarse cómo es posible que Sánchez Manzano, su antiguo jefe cesado hace mes y medio, supiera de las conclusiones de su unidad cuando hace unos días intentó defenderse de su incapacidad para precisar qué explotó en el 11-M arguyendo que tampoco se sabía qué había explotado en Barajas.

Así pues, en esta España zapateril que nos ha tocado vivir, resulta que las distintas unidades y su mando único discrepan sobre la naturaleza de lo que explotó en el último atentado de ETA y no podemos fiarnos de las conclusiones de ninguna de ellas. Resulta casi un pecado venial comparado con la investigación del 11-M y las condenas a varios policías por detener a miembros de la oposición por un delito inexistente como fue la imaginaria agresión a Bono, sólo por ser del PP. En vista de cómo están las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado bajos las órdenes de Zapatero, quizá fuera mejor que, en lugar de un mando único para Policía y Guardia Civil, pusieran un mando único para la Policía. Se ve que hace falta.

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