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Ignacio Villa

El régimen de la mordaza

Los mismos que se callaron ante el hundimiento del Carmelo, los mismos que aceptaron el apagón informativo impuesto por el Poder pretenden darnos ahora lecciones sobre qué es periodismo.

Ya están aquí los de la mordaza. Han vuelto a abrir la boca los mismos impositores del pensamiento único que viven anclados en el servilismo más absoluto. El Colegio de Periodistas de Cataluña ha regurgitado una nota contra Libertad Digital, la Cope y El Mundo criticando que estos tres medios hayan ejercido su derecho a la libertad de expresión convirtiéndose en los únicos lugares donde se denuncian las mentiras sobre la matanza de Madrid y desde donde se puede reclamar que se investiguen de verdad los atentados más graves de la historia de España.

El Colegio de Periodistas de Cataluña, con Angels Barceló a la cabeza, se ha lanzado a criticar a tres medios de comunicación simplemente por salirse del guión oficial, por no bajar la cabeza ante el poder, por no aceptar las imposiciones del Gobierno, por no tragar con las invenciones de Rubalcaba y por no creerse las mentiras de Zapatero. Y ahora resulta que los mismos que se callaron ante el hundimiento del Carmelo, los mismos que aceptaron el apagón informativo impuesto por el Poder, los mismos que han participado activamente en la reciente Conferencia Política del PSOE pretenden darnos ahora lecciones sobre qué es periodismo.

No saben qué es informar. Sólo saben presentarse en tiempo de saludo ante el poder. Les gusta la manipulación, viven de la filtración y beben de la mentira interesada. Ahora toca atacar a la libertad y van a seguir haciéndolo hasta el final. ¿Qué razones hay para que el Gobierno, todos sus socios parlamentarios y todos los medios de comunicación cercanos al poder hayan iniciado una ofensiva por tierra, mar y aire contra los medios que sólo buscan la verdad sobre el 11 de marzo? ¿A que viene tanta histeria? Si estuviéramos asistiendo a la fábula de unos pocos que sólo ven conspiraciones por todas partes, ¿por qué tantos ataques, insultos y mentiras? Si todo es una mentira tan flagrante, ¿alguien podría explicarnos las razones de estas reacciones tan desproporcionadas?

Es evidente que hemos tocado hueso, que hemos tocado algún nervio de importancia que ha hecho saltar todas las alarmas de las cloacas del poder. Parece, además, que esto no ha hecho más que empezar. Desde el Parlamento y las terminales mediáticas del PSOE vamos a asistir a una fiesta de descalificaciones y mentiras. Cabe esperarse cualquier cosa; no están dispuestos a desmontar el chiringuito construido después del 14 de marzo en el que, con una actitud antidemocrática sin precedentes, pretenden dejar fuera de la vida política a media España. Estamos asistiendo a la fabricación de un nuevo régimen, donde el PP nunca pueda gobernar y se convierta en un partido testimonial. Ese objetivo se construye bajo el lema: "Todos contra el PP". Y ese objetivo tiene el apoyo de una poderosa maquinaria mediática que se dedica a decidir qué es lo que se puede contar y qué se tiene que ocultar.

Ese régimen es el de la mordaza. Mordaza en el Congreso, donde todos los partidos han adoptado al alimón una defensa cerrada de sus intereses contra el PP. Mordaza contra la prensa, aplicado por los periodistas de este nuevo régimen condecorados por descalificar a los que sólo buscan la libertad. Septiembre se ha convertido en un punto de inflexión. El PSOE y sus amigos han decidido prohibir la investigación del 11 de marzo y sus periodistas amigos han anunciado que se suben al mismo carro. En vista de lo cual, no cabe otra reacción más que investigar hasta el final la matanza de Madrid. No ya sólo por saber la verdad. Se ha convertido en una obligación cívica en defensa de la libertad de todos.

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