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Jorge Valín

Zapatero a tus zapatos

Ante conflictos internacionales como el actual, los políticos de todos los países se vuelcan definiendo sus posiciones para distraer la atención de los problemas reales del país.

Es curioso ver como a la mayoría de personas les es más fácil solucionar los temas internacionales que los suyos propios. Si usted en una conversación de sobremesa decide debatir sobre cómo arreglar la actual crisis en Oriente Medio le dará la sensación de estar hablando con analistas de política internacional, analistas militares... Por el contrario, si usted decide debatir con sus amigos un problema tan cercano y preocupante como qué puede hacer usted y su familia para llegar a fin de mes holgadamente, nadie le dirá nada y la conversación morirá en el mismo momento de haberla empezado.

En política ocurre lo mismo. ¿Cree que los burócratas son más inteligentes y cultivados que sus amigos de sobremesa? Ni mucho menos, al revés. A la política se dedica lo peor de cada familia, aquellos que han sido incapaces de salir adelante en el mundo real. Ante conflictos internacionales como el actual, los políticos de todos los países se vuelcan definiendo sus posiciones para distraer la atención de los problemas reales del país.

Zapatero y Bush son casos paradigmáticos. En estos días hemos visto como ZP condena la ofensiva israelí, aboga por enviar militares a Oriente Medio, promociona manifestaciones contra Israel, se coloca un pañuelo palestino en señal de proximidad a la ideológica anti–israelí y, de paso, da crédito a grupos tan poco inofensivos como Hezbolá y Hamas. Bush hace lo mismo pero con el otro bando. Pan y (mucho) circo. Lo que sea para distraernos de nuestros problemas.

Si ZP es incapaz de solucionar los problemas de los españoles, ¿qué hace metiéndose en casa de otro? ¿En qué se basa su presunto pacifismo? Si presiona a la ONU para que envíe soldados armados a Oriente Medio, mantiene tropas de ocupación en Afganistán y Haití, vende armas a Chávez, crea una fuerza militar a las órdenes de él mismo al más estilo dictatorial, e incluso ha reconocido que una flota española realizó en 2005 funciones de "apoyo aéreo y marítimo" a las tropas americanas en Irak, es que este hombre está mintiendo. ¿Cómo aplica Alfredo Pérez Rubalcaba a su gobierno lo que recriminaba al PP, aquello de que "los ciudadanos españoles se merecen un gobierno que no les mienta, un gobierno que les diga siempre la verdad"? Decididamente necesitamos menos gobierno, menos burócratas, menos intervencionismo económico y militar, y más autonomía y libertad para nosotros.

Lo que acabo de apuntar no está reñido con las tendencias que usted tenga en este asunto. Si usted se ve fuertemente comprometido con la causa israelí, palestina o libanesa, no tiene porque exigir al gobierno que financie con dinero arrebatado mediante impuestos de todos los españoles la matanza de personas. Hay un sinfín de organizaciones pro–israelitas, musulmanas, libanesas... que aceptarán encantadas sus donaciones; incluso puede enviar pizzas al ejército israelí.

No intentemos arreglar la vida de los demás a costa de las vidas y dinero de los propios españoles. La crisis de Oriente Medio es un problema entre israelíes y musulmanes en el que ningún estado extranjero tiene derecho alguno a entrometerse. Si dedicáramos nuestros esfuerzos a arreglar nuestras dificultades y no la vida de los demás, encontraríamos soluciones a nuestros problemas más cercanos en lugar de crear mayores injusticias. La crisis de Oriente Próximo no es una excepción.

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