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EDITORIAL

No sólo ETA criminaliza a sus víctimas

Esta vez la infamia no ha sido la de un “galgo” islamista, ni la de un podenco “etarra”, ni siquiera la de un irresponsable “conejo” de los muchos que están dispuestos a hacerle el juego al chantaje terrorista

Un día después de acusar en la Ser a los dirigentes del PP de “querer a toda costa que en España siga asesinándose, matándose y que no haya paz”, Santiago Carrillo ha asegurado en la Universidad de Sevilla que hay una “clara incitación al asesinato de Zapatero”.
 
Para falsas incitaciones a asesinatos, la real amenaza de muerte que, desde las Cortes, profirió el fundador del partido de Zapatero, Pablo Iglesias, contra Maura en 1910. O la de Casares Quiroga contra Calvo Sotelo, poco antes de ser este asesinado; o los casi dos centenares de asesinados en el 11M, con cuyos autores se alinearon los socialistas contra el PP, o el casi millar de asesinatos perpetrados por los etarras que han recuperado sus liberticidas esperanzas y amenazan con volver a las andadas si Zapatero no cumple “sus compromisos”.
 
Ya dijimos justo un mes después del 11M, que “todavía es pronto para la infamia de responsabilizar al PP de los muertos de ETA, como se le ha responsabilizado de los asesinatos de Al Qaeda”; que había que “esperar a que llegue una nueva tregua de ETA, para ver como no falta quien culpe al "inmovilismo" del PP y a su "crispante" rechazo al "diálogo", del riesgo de que los terroristas vuelvan a matar. Lo que no nos cabe ninguna duda es que los galgos van a querer hacer suya la victoria de los podencos del 11-M. Y no faltarán conejos que les ayuden”.
 
Esta vez la infamia no ha sido la de un “galgo” islamista, ni la de un podenco “etarra”, ni siquiera la de un irresponsable “conejo” de los muchos que están dispuestos a hacerle el juego al chantaje terrorista. Ha sido la de un mentiroso Santiago Carrillo, máximo responsable en su día de los millares de asesinatos perpetrados en la matanza de Paracuellos.

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