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Ignacio Villa

Zapatero pone en venta la libertad

Zapatero, cada vez con más desparpajo y con más arrogancia, está entregando la democracia a los terroristas. No estamos ante contrapartidas políticas. Esta es la venta de la libertad.

Nadie se puede asombrar ahora de la ofensiva de los socialistas; era previsible. Pasado el debate sobre el estado de la Nación, Zapatero y los suyos han entrado ya en la cuesta abajo. Ha sido pasar el último trago en el que querían guardar las formas y se han dispuesto sin más preámbulos a dar la última estocada.

Mientras seguimos escuchando a todas horas las amenazas de Batasuna, desde el PSOE no pierden el tiempo en este proceso de rendición ante los terroristas. Primero ha sido López desde el País Vasco, que ha dicho que su partido se va a sentar con los proetarras de Batasuna para hablar de "futuro". Luego ha entrado en juego Blanco, que ha confirmado esos futuros contactos para "mirar a los ojos" –al estilo Rubalcaba– al brazo político de ETA . Y para terminar, Zapatero ha advertido que la Ley de Partidos siempre se puede cambiar, evitando todo posible impedimento para que este proceso de humillación de la democracia se pueda detener.

Por lo que estamos viendo, el presidente del Gobierno estaba esperando que pasara mal que bien el debate para lanzarse a tumba abierta en un proceso que no controla; pura dinamita de resultado incierto. Ponerse en manos de los terroristas es una miserable venta de la libertad de todos los españoles.

Y lo más preocupante es que lo peor está por llegar. No es una casualidad lo que ha sucedido este miércoles. Forma parte de una estrategia calculada. Primero habla uno, luego confirma otro, para más tarde entrar en escena el jefe y dar el visto bueno a este nuevo paso en el sendero de la rendición. Esto ocurre mientras gran parte de la Mesa nacional de Batasuna pasa por la Audiencia Nacional, citada por el juez Grande Marlaska, lo que convierte a esas declaraciones en burla y presión a la Justicia. Por un lado es la advertencia de que no recorra ese camino, para añadir por otro que, si va, hará el ridículo. Que sea Zapatero quien envíe estos mensajes a Grande Marlaska no deja de suponer un asalto del poder ejecutivo al judicial.

Todos las vallas que la propia democracia y el Estado de Derecho habían construido para su preservación están siendo destruidas por este Gobierno. Están destrozando todos las diques que encuentran a su paso. Todos los signos que percibimos indican que el acelerador ha sido apretado hasta el fondo. Zapatero, cada vez con más desparpajo y con más arrogancia, está entregando la democracia a los terroristas. No estamos ante contrapartidas políticas. Esta es la venta de la libertad.

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