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Juan Manuel Rodríguez

Noticia: el Barça, campeón de Liga

El Barcelona es ahora mismo una auténtica máquina y en el horizonte de la Liga española (Europa ya es otro cantar) resulta imposible vislumbrar quien puede hacerle daño en un futuro inmediato.

Hace un mes dije en El Tirachinas de la Cadena Cope que la temporada se había acabado para el Real Madrid, y Quique Guasch y Walter García se me lanzaron directamente a la yugular. A la hora de escribir este artículo el Fútbol Club Barcelona se ha disparado hasta los cuarenta puntos, metiendo una distancia de once con respecto a su eterno rival. En el mejor de los casos, el equipo de López Caro concluiría el año 2005 a ocho puntos de los azulgrana. Resulta un poco deprimente pero, tal y como está el patio, el objetivo merengue debe ser ahora mismo asegurar la Champions del año que viene. Y todo el mundo coincidirá conmigo en que ese es un objetivo ridículo para un club como el Real Madrid. ¿Está o no está acabada la temporada?

De todas formas, toda la culpa no es del Real. Anoche hablamos con Frank Rijkaard que, a pregunta de José Antonio Abellán, dijo sin ningún tipo de rubor que él no preveía un bajón físico de su equipo. Incluso en el caso de que Ronaldo fuera el Ronaldo que todos conocimos, Baptista y Robinho no se sintieran tan "incómodos" jugando en el estadio Santiago Bernabéu y Michel Salgado no se viera forzado a convocar una esperpéntica rueda de prensa para desmentir que se pegara en el vestuario con Pablo García, el factor Barça seguiría ahí. El equipo catalán lleva trece victorias consecutivas y Eto'o ha marcado diecisiete goles en diecisiete jornadas, uno por partido. Ahora mismo está jugando sin Xavi, el cerebro del equipo, y aunque Iniesta no tiene la misma participación, el juego del equipo se resiente mínimamente. Sale uno, entra otro y la vida sigue igual...

Contra el Celta de Vigo, en un partido que no pasaría al
top ten
de los disputados por el Barça, el equipo supo ganar. No jugó su mejor fútbol, pero ganó. Otros tres puntitos más. El Barcelona es ahora mismo una auténtica máquina y en el horizonte de la Liga española (Europa ya es otro cantar) resulta imposible vislumbrar quien puede hacerle daño en un futuro inmediato. No me cansaré de destacar lo rápidamente que consiguió darle este Barça la vuelta a la tortilla. Ni tampoco la falta de previsión de sus rivales, empezando, naturalmente, por el Real Madrid. Llegados a esta situación, la culpa ya no es toda del Real Madrid. A los merengues sólo les queda aplaudir.

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