Tiene estudios de nada, bachiller, y la insinuación de que es usted jurista y economista roza la ilegalidad y cae de lleno en la falta de ética.
El bachiller Montilla está muy valentón. No hay que culparle por ponerse sin disimulo al frente de la ofensiva anti COPE porque todo lo referente a los actos administrativos, así como la diferencia entre discrecionalidad y arbitrariedad caía en tercero de Derecho. Y él sólo olió segundo, de lejos.
A mí me sabe muy mal que tuviera que dejar sus estudios sin apenas hollar las actas porque tenía que trabajar. España está llena de gente que se ha sacado la carrera trabajando. Yo, que sí acabe Derecho, querido bachiller, culminé después un MBA de los de verdad, de los que te obligan a pasar el día en el aula o en la biblioteca, trabajando luego los fines de semana, casi sin dormir. Como licenciado y master, exijo que tipos como usted dejen de engañar en sus currícula mediante artimañas como consignar “tiene estudios de…”. Tiene estudios de nada, bachiller, y la insinuación de que es usted jurista y economista roza la ilegalidad y cae de lleno en la falta de ética.
Somos millones los españoles que sí hemos acabado nuestras carreras. Su trabajo nos dieron. Noches en vela, nervios, vacaciones, salidas y fiestas sacrificadas. Estudiando tantas horas seguidas, día tras día, semana tras semana, sumido en la incertidumbre, uno sufre consecuencias desagradables. Por ejemplo, si es varón, suele perder bastante pelo. Este columnista tenía una melena tremenda cuando era conmilitón suyo, bachiller. Con todo, creo que conservo más que usted. No es admisible esa costumbre socialista de mentir o inducir a engaño acerca de la propia formación. No se trata de espíritu de club. O sí: el club del mérito, bachiller.
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