Fundación Heritage
La izquierda y la histeria
Dennis Prager
Observe cualquier tema que la izquierda discuta y encontrará histeria.
La Ley PATRIOT: Según los grupos izquierdistas y sus portavoces, la ley PATRIOT es una grave amenaza contra la libertad y la democracia. Se le compara con frecuencia a las tácticas empleadas en un estado fascista. Eso refleja pura histeria. El periódico Los Angeles Times publicó recientemente unas estadísticas sobre el uso de la Ley. En todo el año 2004, de las 7.136 denuncias que llegaron al Inspector general del Departamento de Justicia, una estaba relacionada con la ley PATRIOT. El número de órdenes judiciales llamadas "sneak and peek" que permiten el registro sin informárselo al objeto del registro sumaron 155. El número de escuchas fue 49 y hubo 35 embargos de expedientes personales de acuerdo a la sección 215 de la Ley.
La guerra en Irak: Para los izquierdistas opositores de la guerra no es suficiente el argumento que la guerra fuese un error, que se inició debido a deficientes datos de inteligencia o que se esté llevando mal. Ellos prefieren acusar al Presidente Bush diciendo que mintió, que la guerra se hizo para favorecer a Halliburton y que Estados Unidos está metido en un esfuerzo criminal e imperialista. Cada acusación es una forma de histeria.
Riesgos a la salud: No todo mundo que cree en las histéricas afirmaciones de peligro hechas sobre el humo para el fumador pasivo, la leche en polvo, dodgeball o Bextra son de izquierdas. Pero la izquierda lidera en histeria sobre los peligros a la salud. Por eso las organizaciones izquierdistas son generalmente incapaces de simplemente decir que algo no es saludable. El peligro tiene que ser descrito como el asesino de cientos de miles y a menudo se le atribuye la culpa a alguna conspiración empresarial asesina.
El medioambiente: Es más probable que más gente sea atacada por osos hormigueros cualquier año a que visiten la remota y congelada región de Alaska conocida como el Refugio Nacional Ártico de la Fauna (ANWR). Sin embargo es el hogar de vastas reservas petrolíferas y de muchos renos. La buena gente puede diferir en la decisión de si se debe o no perforar para sacar petróleo. Pero la retórica de la izquierda es histérica. Escuchando a las organizaciones izquierdistas, uno se podría imaginar que hacer las perforaciones no rendiría ningún beneficio a Estados Unidos y que convertiría a los renos prácticamente en una especie extinguida. Nada de esto es cierto. No es más que puro drama.
Igualmente hay una enorme histeria con lo del calentamiento global y la acusación de que el hombre –especialmente el Homo Americanus– es la causa de ello. Un gran número de científicos son ignorados por afirmar que estamos en un período normal de calentamiento. La izquierda sólo nos ofrece los más histéricos panoramas. Mire usted las razones que se han dado por el huracán Katrina. Y sin embargo hasta el New York Times informó que los científicos negaron casi unánimemente que el huracán tuviese algo que ver con el calentamiento global.
Derechos de los animales: La gente de PETA es la personificación de la histeria. Miremos su programa “Holocausto en su plato”, que equipara al pollo a la barbacoa con la cremación de los judíos en el Holocausto. Una cosa es preocuparse por el bienestar de los pollos, pero sólo la histeria puede comparar el comerlos con el asesinato de un pueblo.
Racismo: No hay peor acusación que la del racismo. Comportarse de manera odiosa con la gente porque tiene otro color de piel está entre los actos más viles. Sin embargo la izquierda lanza esa acusación como si estuviese en la esencia del pueblo americano (y ya que estamos, es justamente lo que muchos en la izquierda creen). Pero la mayor parte del tiempo, la acusación de racismo – así como la presentan contra los opositores a las cuotas por raza– es otro ejemplo más de histeria.
Cristianismo: La mayor parte de la izquierda cree en verdad que el país está a punto de convertirse en una teocracia porque George W. Bush es un cristiano evangélico, porque las palabras “en Dios” siguen en el Juramento de lealtad a la nación y porque la mayoría de americanos piensa que el matrimonio no debe ser redefinido.
Los ejemplos abundan. Estados Unidos abandona a los pobres, pega a los gays, oprime a sus mujeres, estropea el medioambiente, ignora la educación de sus niños, niega a los negros el derecho de voto e invade otros países para sacar réditos corporativos. Son acusaciones comunes de la izquierda.
No hay acontecimiento libre de histeria izquierdista. El tercer día después de Katrina, el activista de derechos civiles Randall Robinson informó que los negros en Nueva Orleáns estaban recurriendo al canibalismo. En realidad la mayor parte de la cobertura mediática informativa raya en la histeria. Eso por no mencionar las predicciones histéricas de más de 10.000 muertos en Nueva Orleáns.
Nada de esto es para negar que la derecha también se pone histérica. Algunas reacciones derechistas acerca de la inmigración y Terry Schiavo nos regalan con esos ejemplos.
Pero la ironía en todo esto está en que la izquierda se ve a sí misma como el lado que piensa intelectualmente y no emocionalmente. Y eso es pura histeria.
©2005 Creators Syndicate, Inc.
*Traducido por Miryam Lindberg
Dennis Prager es periodista y comentarista radiofónico muy respetado en Estados Unidos, su programa se transmite desde Los Ángeles diariamente desde 1982. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones americanas como The Wall Street Journal, Los Angeles Times, Townhall y el Weekly Standard, entre otras.
Lo más popular
-
La UCO cree que Calviño se apartó del rescate al ver el vaciado de dinero de Air Europa vía dividendo y no lo denunció -
Vídeo: 'Gladiator II' no es para tanto pero es entretenida -
Aprovecha la DANA para recuperar su casa después de dos años okupada y la que termina detenida es ella -
El fiscal general pide anular el registro de la UCO en su despacho por considerarlo "desproporcionado" -
La versión de ING: retirar la publicidad del programa de Iker Jiménez salió de "un algoritmo" no de "un corazón"
Ver los comentarios Ocultar los comentarios