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Isabel Durán

El algodón de Carod y de los asesinos

Pretende La Moncloa que no se comprenda hasta qué punto el Estatuto catalán de ZP es en realidad el Estatuto de ETA, el Estatuto de Perpiñán

El algodón de Carod no engaña. Cataluña es una nación y aspira a convertirse en un Estado independiente. Y si no se cede a su chantaje, “habrá una guerra civil, entre comillas”. Así de claro hablan Carod Rovira y Josep Huguet. José Luis Rodríguez Zapatero es el tonto útil, el fotopresidente feliz autor de la catástrofe nacional que se avecina. Gracias al jefe del Ejecutivo más insolvente e incapaz con aires de iluminado dirigente de secta ha comenzado la cuenta atrás del definitivo saqueo de España por quienes quieren separarse de ella. En esta carrera contrarreloj para aprobar el próximo viernes la mayor aberración anticonstitucional jamás soñada ni tan siquiera por los radicales abertzales vascos, Zapatero se ha convertido en el muñidor, el mediador, el conseguidor, el vendepatrias, en definitiva, el gran traidor.
 
Lo que el 30-S se va a consumar, sin contar con los quince votos en contra del Partido Popular, es la victoria de Perpiñán sellada por el presidente de la Generalidad en funciones, Carod Rovira con Josu Ternera en lo que fue el bautismo del tripartito catalán. Se remata la victoria de Perpiñán y ETA pone la rúbrica con un nuevo atentado terrorista que hace saltar por los aires una furgoneta bomba llevándose por delante varias instalaciones empresariales. Los vendepatrias y saqueadores continúan hablando de “tregua tácita” y del próximo fin de la banda de pistoleros, como si de nuevo nada hubiera pasado. Intentan evitar que se recuerde que el tripartito firmó con los asesinos que miraran en el mapa antes de poner su carga mortal y que de los veintitrés atentados terroristas producidos sólo en este año, ni uno sólo se ha perpetrado en Cataluña. ETA gana, consigue su Estatuto del 30-S y sigue con la dinamita.
 
Pretende La Moncloa que no se comprenda hasta qué punto el Estatuto catalán de ZP es en realidad el Estatuto de ETA, el Estatuto de Perpiñán. Con Zetapé
se han perdido hasta las formas. Mientras el íntimo amigo del Fiscal General del Estado, Joaquín Jiménez le exonera desde el Tribunal Supremo de cometer delito de prevaricación al no perseguir al PCTV, Zapatero se erige en el componedor del Estatuto de Perpiñán. A pesar de tanta propaganda y palabrería sobre las tres cés del Gobierno, “constitución, consenso y ciudadanía” el Estatuto de ZP llega cristalino gracias al algodón de Carod y el de los asesinos.

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