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Ignacio Cosidó

Derrotar al terror

El objetivo esencial de los terroristas es lograr la claudicación de nuestras sociedades ante sus demandas totalitarias.

Los recientes atentados de Londres han venido a recordarnos que hoy la libertad tiene un nuevo enemigo. Como otras veces en nuestra historia europea, debemos hacer frente y vencer a un nuevo desafío totalitario. Una nueva forma de tiranía que ha encontrado en el terrorismo el instrumento más eficaz para destruir nuestra sociedad abierta.
 
No nos equivoquemos, el terrorismo es la peor forma conocida de expresión de la violencia. En mi opinión, puede ser considerado incluso como una degradación moral respecto a la propia guerra. Porque el terrorista tiene como objetivo el asesinato indiscriminado de civiles inocentes, no tiene ningún tipo de restricción legal o moral en su acción criminal y se ampara cobardemente en la clandestinidad para procurar la impunidad de sus acciones.
 
Nos encontramos ante una confrontación total que busca simple y llanamente el aniquilamiento de nuestras sociedades y la total destrucción de nuestros valores democráticos. En esta estrategia de confrontación absoluta, los terroristas buscan desesperadamente hacerse con armas de destrucción masiva para perpetrar sus atentados. En las actuales circunstancias, y si no ponemos remedio, es sólo cuestión de tiempo que finalmente puedan acceder a este tipo de armamento. Ese es un escenario que debemos evitar a toda costa.
 
Los valores de la libertad y de la democracia son el fundamento de la Unión Europea. La amenaza del terrorismo es una amenaza compartida por todos y cada uno de los países miembros de la Unión. Hoy más que nunca es necesario que unamos nuestras fuerzas en defensa de nuestras sociedades y de nuestros principios democráticos. La lucha por la libertad tiene que ser, lo es ya, uno de los motores del proceso de integración política europea.
 
Pero en la medida en que esta lucha es compartida por todos los países democráticos, esa cooperación debe tener necesariamente una dimensión trasatlántica. En la lucha contra el terrorismo, el factor esencial es la voluntad unánime de las sociedades democráticas para derrotar al terror.
 
El objetivo esencial de los terroristas es lograr la claudicación de nuestras sociedades ante sus demandas totalitarias. Los gobiernos democráticos sólo pueden enfrentarse eficazmente al terrorismo cuando cuentan con un gran consenso político para diseñar su estrategia y con un amplio respaldo social para ejecutarla. La derrota del terrorismo es por tanto una tarea de toda la sociedad, no sólo del Estado y menos aún exclusiva de sus instrumentos de seguridad. Con esta premisa de una voluntad social y política de victoria, tres son los instrumentos esenciales con los que contamos para combatir eficazmente al terrorismo: los servicios de inteligencia, las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas.
 
El terrorismo se ha convertido de hecho en la principal amenaza no sólo para la Unión, sino para el conjunto de la seguridad y la paz mundial. La emergencia de esta amenaza nos obliga a realizar una profunda revisión estratégica que debe tener como primer paso la adaptación de nuestros instrumentos de seguridad.
 
Ignacio Cosidó es senador del PP.

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