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Martín Higueras

Clara y contundente victoria

Renault y Alonso demuestran carrera a carrera estar en un momento muy bueno aunque no pueden bajar la guardia ya que detrás empujan con fuerza Raikkonen y McLaren.

Después de los problemas de Renault en el GP de Canadá y del vergonzoso fin de semana de Indianápolis, Fernando Alonso ha podido redondear un fin de semana perfecto en el circuito de Magny-Cours. Logró una sensacional pole y se llevó la victoria de punta a punta.
 
Lo de Alonso no sorprende ya que durante todo el año ha probado ser de lo mejor de la parrilla con un coche que se ha mostrado seguro y fiable en todo momento. Su carrera fue sencillamente perfecta. El asturiano dio además una lección de pilotaje administrando de la mejor manera los dos segundos por vuelta que fue sacando a sus perseguidores –Trulli y Michael Schumacher– en las primeras vueltas de la carrera. Con esto logró regresar a pista como líder en cada una de las tres entradas a boxes para repostar. De ahí en adelante todo fue sencillo para el español para lograr la quinta victoria de la temporada, lo que refuerza su liderato en el Mundial.
 
Con los ojos puestos en el campeonato, la posición de partida de Kimi Raikkonen era perfecta para Alonso. El finlandés logró el tercer puesto en las clasificaciones pero tuvo que partir desde la decimotercera posición de la parrilla tras cambiar de motor por una rotura que sufrió en las clasificaciones. Sin embargo, Kimi demostró en este GP de Francia ser el máximo rival de Alonso. Como el asturiano, realizó una carrera sensacional. Los ingenieros de McLaren diseñaron una estrategia perfecta para sus dos pilotos. Ambos entraron apenas dos veces en boxes, a diferencia de las tres realizadas por lo demás equipos. Montoya no pudo acabar por problemas en el diferencial pero Raikkonen literalmente voló sobre el asfalto francés. Pero no fue suficiente para alcanzar a Alonso aunque resulta un puesto perfecto después de un difícil fin de semana para el finlandés. Michael Schumacher logró el tercer lugar del podio, lo que prueba una vez más que Ferrari está definitivamente de vuelta a la pelea.
 
Alonso ha dado en Francia un verdadero golpe de fuerza. Renault y el propio piloto asturiano demuestran carrera a carrera estar en un momento muy bueno aunque no pueden bajar la guardia ya que detrás empujan con fuerza Raikkonen y McLaren. El problema para el asturiano se llama ahora Silverstone, el circuito donde el próximo domingo se disputará el GP de Inglaterra y donde Renault nunca lo ha pasado bien. El asfalto del circuito británico le va de maravilla a Ferrari y a McLaren por lo que Renault deberá intentar que el golpe sea lo menos duro posible. La tranquilidad para Alonso son los 24 puntos que mantiene sobre Kimi y los 29 sobre Schumacher.
 
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