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Amando de Miguel

Otras lenguas, otros usos

En este rincón de las palabras se acude muchas veces al latín por necesidad del guión. Será una lengua muerta, pero es la que mejor explica nuestra lengua viva. Carlos Salinas me da ánimos sobre la futura extensión del latín como lengua viva e incluso como posible idioma oficial de la Comunidad Europea. Para los interesados una dirección. Ojalá se revitalice el latín como lengua de comunicación. Sin embargo, no soy tan optimista. De momento es el inglés la lingua franca del mundo entero. Mi predicción es que el próximo concilio de la Iglesia Católica discurrirá fundamentalmente en inglés. Después de todo, el inglés es cada vez más una lengua romance. Ya oigo las maldiciones de los filólogos.
 
Juan Enrique de la Rica certifica que en el ritual del Vaticano, la liturgia del cónclave dice expresamente extra omnes (= salgan todos) y no excant omnes, que “sería también correcto y significaría lo mismo”.
 
Samuel Sánchez Serrano (Madrid) observa una curiosidad. Madame, en inglés y en otros idiomas, se refiere (también) a la mujer que regenta un burdel. En cambio, duenna en inglés significa una señora de respeto que protege la virtud de las señoritas. Don Samuel acierta con la interpretación: “Todo parece indicar la percepción que se tenía en el extranjero de la diferencia entre las costumbres españolas y francesas”. En efecto, la misma raíz (domina) dio lugar a plantas distintas (madame, duenna), ambas importadas por el idioma inglés.
 
José Luis Germán me envía unas curiosas reflexiones sobre los estereotipos nacionales con ánimo despectivo. Así, “engañar a alguien como a un chino” cuando ─asegura don José Luis─ “todo el mundo sabe que los chinos son listísimos”. Bueno, a mi modo de ver esa afirmación sigue siendo otro prejuicio, solo que al revés. Es difícil probar que haya pueblos listos o tontos.
 
Señala don José Luis algunas expresiones inglesas que demuestran el desprecio con que los ingleses consideran a los holandeses. To pay Dutch (= pagar a la holandesa, a escote, por agarrados), Dutch courage (= valor holandés, el de los borrachos), Dutch bargain (= ganga holandesa, esto es, de filfa). Otra curiosidad. Los ingleses dicen to take french’s leave (= despedirse a la francesa, maleducadamente). Los franceses dicen para la misma acción filer a l’anglaise. Añado que los ingleses llaman continental breakfast (= desayuno del continente europero) a lo que nosotros decimos “desayuno a la inglesa”, esto es, muy completo.
 
José (Granada) me pide la explicación de la voz maqueto. Fue popularizada por Sabino Arana (maketo) para designar al inmigrante en el País Vasco. Es claramente despectiva, por su relación con makito (= tonto, necio, majadero). En muchas culturas existen designaciones desdeñosas para los que “no son de aquí” o “no son como nosotros”. Por ejemplo, bárbaros. Puede que haya un parentesco entre makito y majadero (= el que maja en la era, una operación ruda). A saber si no se relaciona makito con majada (= maculata en latín), que tiene que ver con el ganado y el estiércol. El vascuence es más lengua romance de lo que se supone. No en vano durante mil años los vascones cultivados tuvieron que apañárselas en latín antes de que apareciera el castellano. El cual seguramente surgió en las tierras que hoy constituyen el País Vasco o sus proximidades.
 
Mª Teresa Bourio (Madrid) me da una estupenda lección de onomástica comparada. Tiene razón en que el Xenxo de los gallegos es el Genès provenzal y el Ginés de los castellanos. Insisto en que el origen común está en el griego Genesios y el romano Genesius. Remacho igualmente que el Jenaro o Genaro castellano procede del Iauvarius romano, es decir, nuestro Enero o relativo al dios Ianus o Jano, el de la doble cara. Añado que el apellido Giner deriva de ese Gennaro napolitano que tuvo tanta preeminencia en el antiguo reino de Aragón.
 
Me señala asimismo doña Mª Teresa que el “Bertan Du Guesclin”, que yo digo, es realmente Bertrand du Guesclin. Tiene todita la razón. No hay por qué desmerecer el nombre del famoso caudillo francés de la Guerra de los Cien Años. Asimismo intervino en las guerras civiles españolas de ese atribulado siglo XIV. Me pega que don Bertrand fuera un modelo para Ignacio de Loyola en su etapa militar. Doña Mª Teresa no me dejará mentir.
 
José Luis Germán sostiene que la pronunciación de la ciudad de Cannes debe ser “Can” y no “Cans”, como se suele oír en español. Cierto es, pero no está dicho que tengamos que pronunciar los topónimos foráneos del modo como se hace en la lengua original. Todo el mundo dice en español “Múnich” o “Múnic” y no “Minjen” o algo parecido, como se diría en alemán. Algunos se atienen a “Miúnic”, que resulta pedante. Por influencia del todopoderoso fútbol, el Milán de toda la vida ( Milano en el original) es ahora para muchos Milan (voz grave).

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