LD (EFE) El proyecto, que incluye recortes tributarios y gastos fiscales en los próximos dos años, fue aprobado con 244 votos a favor y 188 en contra, pero no obtuvo el respaldo de ninguno de los republicanos, a pesar de los esfuerzos de Barack Obama por obtener su apoyo.
La votación se llevó a cabo poco después de que se derrotara una moción alternativa presentada por la minoría republicana y cuyo importe era 475.000 millones de dólares. Los republicanos han tachado el plan de costoso e ineficaz para espolear la maltrecha economía. También se rechazó otra propuesta republicana, impulsada por John Mica, para modificar el texto del plan finalmente aprobado.
El Senado prevé comenzar a debatir el plan la próxima semana, donde los republicanos intentarán introducir modificaciones significativas. La idea es enviar el documento final a la Casa Blanca el 16 de febrero próximo.
El plan, de 647 páginas, busca crear o preservar entre tres y cuatro millones de empleos, impulsar las inversiones en infraestructura y proyectos energéticos, y destinar ayudas a los desempleados y los gobiernos locales y estatales.
Un momento "peligroso", según el propio Obama
Obama, que esperaba un apoyo bipartidista al plan, insistió en que Estados Unidos atraviesa un momento "peligroso" y que "no hay tiempo que perder" para reactivar la economía.
El nuevo presidente ha dedicado toda su primera semana en la Casa Blanca a promover el plan y se ha esforzado en lograr el apoyo de los republicanos, a pesar de ello los republicanos presentaron una alternativa con más recortes tributarios que, aseguraron, costaría menos, crearía "6,2 millones" de empleos y sería el mejor antídoto para los males de la economía.
El "número dos" de la minoría republicana,
Eric Cantor , expresó confianza en que, durante el proceso de armonización bicameral, los demócratas incorporen
la s soluciones republicanas "de sentido común" antes de enviar el proyecto de ley al Despacho Oval.