LD (L. Ramírez) El Ejecutivo no ha decidido todavía entrar en el capital de los bancos y cajas de ahorros, pero es una posibilidad que contempla si la desconfianza en el sector financiero lastra la cotización de las entidades en los mercados bursátiles de forma grave, como ha ocurrido en la mayoría de los países europeos –especialmente en Francia, Alemania y Reino Unido- y particularmente en Estados Unidos.
Después de que el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, explicara que no descarta una intervención del Estado en el capital de las entidades financieras españolas “porque las reglas del juego han quedado adulteradas", este jueves el secretario de Estado de Economía, David Vegara, abrió la puerta a la compra de acciones de bancos y cuotas participativas de cajas de ahorros si la situación lo exige.
En concreto, aseguró que si el Gobierno no ha entrado en el capital de una entidad financiera es porque "en este momento" no ha sido necesario, pero reconoció que "si hay que hacerlo", se hará. Vegara explicó que el Real Decreto aprobado por el Ejecutivo incluye la posibilidad de que se refuerce el capital de una entidad financiera si llegara a ser necesario.
Además, el secretario de Estado de Economía recordó que, aunque aquí no se ha hecho, en los países del entorno como Reino Unido, Francia, Portugal o Alemania ya se han recapitalizado entidades, por lo que hay que tener los mecanismos previstos.
Precisamente, este jueves, el consejero delegado de Bankinter, Jaime Echegoyen, defendió la situación de solvencia de las entidades españolas y su buen nivel de capitalización por lo que, a su juicio, no cree que sea necesario que el Gobierno entre en su capital, aunque no lo descarta de forma taxativa.
"Las entidades están suficientemente capitalizadas como para que sea necesario que el Gobierno entre en su capital", sostuvo Echegoyen durante la presentación de los resultados de la entidad, aunque matizó que esta eventual iniciativa dependerá de la situación que atraviese cada entidad.
Aunque el Gobierno todavía no haya utilizado la opción de comprar directamente acciones de bancos y/o cuotas participativas de las cajas de ahorros para salvar las entidades financieras de las caídas bursátiles y del desplome inmobiliario, la normativa le permite hacerlo desde hace tres meses.
El pasado mes de octubre, el presidente del Ejecutivo, José Luís Rodríguez Zapatero, celebró un lunes un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar un Real Decreto Ley con carácter de urgencia. En esta norma se faculta al Estado a entrar en el capital de los bancos y las cajas:
"Con carácter excepcional y hasta el 31 de diciembre de 2009, se autoriza al Ministro de Economía y Hacienda para la adquisición de títulos emitidos por las entidades de crédito residentes en España, incluyendo participaciones preferentes y cuotas participativas, cuando estas entidades necesiten reforzar sus recursos propios y así lo soliciten", establece el Real Decreto. Los acuerdos de adquisición se adoptarán previo informe del Banco de España.
Esta nueva normativa puso otra vez encima de la mesa las divergencias entre Zapatero y su vicepresidente segundo, Pedro Solbes, ya que el también ministro de Economía y Hacienda dijo un día antes de que se celebrara este Consejo de Ministros que facultar al Estado a comprar acciones y cuotas participativas era “innecesario”. Al día siguiente, el presidente aseguró que es una medida “urgente que no puede esperar”.
Este Real Decreto es el que también autoriza al Gobierno a avalar las nuevas emisiones de deuda de las entidades financieras hasta el fin de 2009 por un importe de 200.000 millones de euros.
Confía en la cuarta subasta del fondo de activos
Vegara se mostró, por otra parte, convencido de que la cuarta subasta del Fondo para la Adquisición de Activos Financieros, que adjudicará un máximo de 6.000 millones la próxima semana, también tendrá resultados satisfactorios para el Tesoro Público.
El Gobierno tiene previsto destinar 30.000 millones, ampliables a 50.000, para comprar activos de máxima calidad a bancos y cajas, con el fin de que incentiven el crédito de familias y empresas, pero, según reconoció Vegara, esta cantidad no se sabrá si es suficiente hasta que no se agote.
Además, explicó que el Gobierno "lógicamente" está haciendo un seguimiento de la evolución del crédito, y confía en que progresivamente la situación mejore.
En cuanto a los avales otorgados por el Estado para la emisión de deuda nueva, recordó que desde el cierre de 2008 están adjudicados, pero tendrán que ser las entidades financieras las que lo utilicen cuando lo consideren más oportuno, según las condiciones de mercado.