Las previsiones del Gobierno son menos pesimistas, ya que espera una contracción del 1,6% este año, para volver al crecimiento (1,2%) el próximo, y cree que, aunque el desempleo va a aumentar, no pasará del 16% de la población activa.
El vicepresidente, que participará este martes en la reunión del Ecofin en Bruselas, apuntó que España no es el único país que discrepa de las perspectivas del ejecutivo comunitario y recalcó que todos "aceptamos que hay un grado de incertidumbre de tal magnitud que en esos momentos prever lo que va a suceder en 2010 es un ejercicio muy complicado y difícil".
Solbes explicó que, en este contexto, el Gobierno debe concentrarse en evaluar la situación de la mejor forma posible e ir tomando las medidas adecuadas y dejó claro que "con las críticas generalizadas no se arreglan los problemas de un país".
A la pregunta de si España requiere un segundo paquete de ayuda al sector financiero, respondió que no y precisó que, hasta ahora, el Gobierno sólo ha puesto al alcance de las entidades garantías, pero no recapitalizaciones.
Por su parte, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, dijo que las medidas adoptadas por el Gobierno para crear empleo impedirán que España llegue a tener cuatro millones de parados.
En una entrevista en Televisión Española, y en referencia a las previsiones de Bruselas, señaló que si el Ejecutivo se limitara a dejar que el ajuste lo hiciera la economía sí podría alcanzarse esa cifra, pero afirmó que todavía queda "terreno" importante para crear empleo.
El ministro dijo que el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, no ha tenido en cuenta que aunque España ha sido el país de Europa con más pisos construidos, también es donde hay menos vivienda de protección oficial.
Confía en la VPO para crear empleo
Por tanto, este sector, además de las infraestructuras, podrá crear empleo y con las inversiones del Gobierno para conseguir este objetivo va a hacer "que no lleguemos de ninguna manera a las previsiones del señor Almunia".
Con respecto al plan de 8.000 millones de inversión pública en los ayuntamientos, dijo que está seguro de que "conociendo a los alcaldes", no renunciarán a invertir en sus localidades el dinero que se les financia y añadió que quien no lo haga "se puede ir despidiendo" porque los ciudadanos no permitirán que por "ineficacia" se renuncie a que puedan contratar a empresas y trabajadores. Y es que, la mitad de los municipios no han solicitado todavía el fondo de inversión local del Ejecutivo.