(Libertad Digital) El Hotel Hesperia ha sido el escenario escogido por Gota a Gota para la presentación del libro Libertad de elegir, de Milton y Rose Friedman. El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, ha sido el encargado de la presentación, en la que ha hecho una cerrada defensa del liberalismo y ha recordado cómo las políticas del "socialismo simpático" no sólo son responsables de la situación sino que nunca serán la solución a la crisis que atraviesa nuestra economía.
Aznar ha señalado que "muchas de las cosas que Milton y Rose Friedman" explican en la obra sobre la crisis de 1929 y la gran depresión son "rabiosamente actuales". Para ilustrar esta afirmación, Aznar leyó un párrafo de la obra en la que los autores recuerdan que, en la gran depresión, hubo algunas ideas que convencieron a la opinión pública de que "el capitalismo era un sistema inestable destinado a sufrir crisis cada vez más graves" y la misma opinión pública aceptó que "el Estado tenía que desempeñar un papel más activo, intervenir para compensar la inestabilidad provocada por la actividad privada". "¿Les suena, verdad?" preguntó Aznar a los asistentes.
El ex presidente del Gobierno recuerda que entonces, como ahora, "se pretendió culpar al mercado de los fallos del Estado y también de los errores de quienes libremente toman decisiones en una economía libre".
El paro
Pero, precisamente, ese tipo de doctrina es la que nos ha conducido a la crisis sistémica que padecemos. Dice Aznar que "hemos llegado a la crisis aplicando manuales de economía que algunos leen en dos tardes y que tienen un resumen que se leen en cinco minutos que aconsejan subir el gasto público, aumentar los impuestos, intervenir con criterios políticos en las decisiones de las empresas privadas, y controlar políticamente los organismos reguladores y supervisores".Pero, "España no va a salir de esta crisis con mayores dosis de socialismo simpático", sentencia.
Aznar ha recordado que durante sus ocho años de Gobierno se redujo el paro en un 50%, algo que no sucedió "por casualidad", dice Aznar. Según ha explicado "por aquel entonces" España creaba más puestos de trabajo que Francia y Alemania Juntas.
En España bajaba "el paro a toda velocidad" mientras subía en Francia, Alemania e Italia. "Desde entonces", dice Aznar, "han cambiado las cosas", han cambiado los gobernantes y en nuestro país, "con la misma crisis financiera que afrontan Francia, Alemania e Italia, se ha incrementado el paro en 800.000 personas en el último año. Pero en la Unión Europea, el paro ha bajado", y eso que "allí sus dirigentes no presumen de jugar en la Champions League".
En este sentido, ha comparado el resultado medio de sus ocho años de gobierno en materia de empleo y el resultado medio en la misma materia de los cuatro años y medio de la etapa Zapatero. Durante el mandato de Aznar, "el desempleo descendió a un ritmo medio de 270 personas al día. Ahora, las personas que han enviado a las filas del paro son de media 270 al día. Claro que no es lo mismo 270 menos que 270 más". Una situación que si se compara en "periodos homogéneos" el mes de septiembre se fueron "3.200 personas cada día" al paro.
El ex presidente del Gobierno ha ironizado al decir que "quizá lo que ocurre es que la realidad también es antipatriota" pero ha recordado que Zapatero lo primero que hizo fue negar la realidad, "luego se descalificó al que se atrevía a mostrarla y ahora estamos a punto de identificar, sin sombra de duda, a un enemigo exterior culpable de todos nuestros males". Por este motivo, ha reprochado al Gobierno que "hay quien empieza por negar la existencia de la crisis hasta hace sólo dos meses, e inmediatamente, pretende dar clases de cómo salir de ella". De lo que se ha mostrado convencido es de que "el rumbo actual, que nos conduce a encallar en una crisis aguda, profunda y duradera"
Actitudes ante la crisis
Según ha señalado Aznar, la actual crisis va a provocar dos tipos de reacciones políticas. Por un lado, estarán los países que reaccionen con "mayor intervención pública, mayor rigidez en los mercados y, probablemente, mayores dosis de proteccionismo ante el exterior" y que avanzarán por este camino del recorte de la libertad económica.
Por otro lado, "habrá países que aprendan con inteligencia de los errores cometidos, y que actuarán con pragmatismo en lugar de dogmatismo".
Las 12 claves de Aznar
Por último, Aznar ha dado doce claves para regresar a la senda del crecimiento y el empleo, aunque “requiera esfuerzos y reformas de gran calado”.
En primer lugar, reclama reformas en el conjunto de las Administraciones públicas para que apliquen programas de “máxima austeridad”. En este sentido, señala la necesidad de que la Administración se sitúe al lado de las empresas y de la creación de empleo y no al frente de las sociedades y en contra de la creación de empleo.
También reclama reducciones de impuestos y gasto público, sobre todo “de aquellos que gravan el empleo”. En este sentido, estima necesaria una profunda reforma laboral que incentive la contratación y elimine las rigideces.
Los organismos reguladores tienen que ser revisados “por completo” en opinión de Aznar que considera imprescindible “poner fin a su control político para asegurar su independencia operativa”
Además, propone reformas en el terreno energético y recuperar el Plan Hidrológico Nacional derogado en 2004. Los sistemas de pensiones también necesitan un avance, como el sistema sanitario que, según ha recordado, “necesita reformas profundas en la dirección emprendida por los países escandinavos en los años noventa” para encaminar el sistema a la producción privada de los servicios de salud con financiación pública.
Las reformas no estarían completas sin una liberalización en “muchos mercados”, en concreto se refiere a la legislación sobre suelo y la racional ordenación de este recurso bajo principios liberales y sin discrecionalidad.
Primordial sería también para Aznar iniciar una reforma de calado en el sistema educativo para que regresen los valores “del esfuerzo, el mérito y el respeto a la autoridad del profesor”. Una reforma que llegue también al sistema de universidades “instaladas mayoritariamente en la mediocridad y la endogamia que hacen que ninguna de ellas esté entre las 200 mejores del mundo”
Por último, Aznar considera imprescindible “reconstruir el mercado nacional demoliendo las absurdas barreras erigidas por las decisiones de algunas Comunidades autónomas, que lo segmentan sin sentido alguno”.