(Libertad Digital) Los vecinos son los grandes perjudicados por la falta de recursos económicos de los ayuntamientos españoles. De hecho, en la mayoría de las localidades ha aumentado considerablemente la presión fiscal sobre sus vecinos durante los últimos cuatro años. Incluso la OCU tacha esta subida de "realmente espectacular".
Uno de los ejemplos más claros es la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que durante los últimos cuatro últimos ejercicios fiscales ha superado con creces la inflación. Los consumidores denuncian que "por mucho que haya subido el precio de la vivienda, en el IBI no tiene sentido una subida mayor que la inflación". Además, esta subida se nota aún más en aquellas ciudades en las que se ha revisado el valor catastral.
La suma de los distintos impuestos municipales provoca que los vecinos tengan que pagar una carga demasiado alta de impuestos, ya sea por el pago de las tributaciones por una vivienda o un vehículo. La OCU también ha criticado algunas prácticas de los ayuntamientos. En este sentido, los consistorios deberían facilitar al ciudadano la domiciliación bancaria en cualquier entidad para el pago de los recibos del IBI y del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), pero esto sólo se puede realizar en las cajas o bancos con las que el ayuntamiento tiene firmado un acuerdo.