(Libertad Digital) Una vez más, ha quedado patente la diferente visión que tienen los responsables gubernamentales sobre la situación de las cuentas nacionales. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, dijo este jueves en una entrevista a TVE, que “si la recesión sirve para limpiar la economía, entonces no tiene mayor importancia”. Y esto a pesar de que hace menos de dos meses el Ejecutivo ni siquiera contemplaba la posibilidad de que el PIB cayera durante dos trimestres consecutivos, como ha alertado Bruselas.
Además, y en contra de la opinión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para Solbes las previsiones de la Comisión Europea (CE) si son certeras, ya que “hay que darles el valor que tienen porque son gente seria”. Sin embargo, según afirmó Zapatero el miércoles en el Congreso, no se pueden tener muy en cuenta las estimaciones de Bruselas porque “siempre fallan”.
El ministro destacó que es difícil distinguir quién tendrá razón y añadió que lo importante es "que no sólo en España, sino también en otros países, la situación de crisis no ha terminado y las dificultades siguen". "La recesión es posible en España y en cualquier otro sitio", indicó Solbes, quien subrayó que, aunque el término crisis se puede discutir, recesión "tiene una definición técnica muy clara, ya que son dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo". "Por tanto, o estás o no estás (en recesión)", sentenció.
El ministro dijo que España "saldrá de esta" situación, aunque "la cuestión es cuándo, cómo y en qué condiciones" y aseguró que "un periodo como el vivido desde 1994 es difícil que se repita", porque "no habrá los mismos precios del crudo, ni España volverá a entrar en el euro ni a recibir fondos europeos, ni los sectores de la construcción e inmobiliario serán lo motores de la economía".
Cambio del modelo de crecimiento
Y para terminar de rizar el rizo, el vicepresidente reconoció después de que hayan pasado cinco años desde que comenzó a dirigir la política económica nacional, que "España necesita cambiar su modelo de crecimiento", y para ello apostó por la educación, la inversión, la formación y la tecnología.
El vicepresidente económico aseguró que lo que más le preocupa en estos momentos es "la evolución del mundo financiero", en el que juegan muchos aspectos, como los diferenciales de los tipos de interés, la liquidez de los mercados, e incluso la enorme volatilidad que se está produciendo en los mercados de valores.
"Me preocupa no porque ese sea el elemento fundamental sino porque eso acaba afectando al crecimiento y consiguientemente al empleo, que es sin duda, el mayor problema que tenemos", indicó Solbes, quien manifestó que España está llegando "a tasas de paro muy difíciles de soportar".
Zapatero admite que sus propuestas no sirven
Y es que las diferencias de análisis entre Solbes y Zapatero son notables, por lo menos desde hace unas semanas, cuando ya no es posible ocultar la debilidad de la economía española para hacer frente a la crisis. El agosto negro que ha terminado de hundir el mercado de trabajo y la crisis en la práctica totalidad de los sectores productivos han podido obligar al vicepresidente a aceptar la realidad.
De hecho, Solbes le cortó las alas a su presidente Zapatero. Fuentes gubernamentales confirman que el vicepresidente ha desechado o retrasado otras medidas planteadas por los Ministerios de Industria, Vivienda o Trabajo por su coste presupuestario o por estar en desacuerdo con su oportunidad, impidiendo con ello que Zapatero las presentase en su comparecencia en el Congreso.
Incluso, preguntado sobre esta cuestión, Solbes afirma que que todos los ministerios "tienen buenas ideas" para sacar adelante sus programas, y si ayudan a resolver la situación económica "no hay nada que objetar", pero si crean mayores problemas "no tienen sentido en este momento".
Y para terminar de poner de manifiesto la crisis interna que vive el Ejecutivo y la falta de ideas que se puedan aplicar para salvar la situación, Zapatero admitió este jueves en la sesión de control al Gobierno que las medidas presentadas ayer, “lógicamente alivian, pero no solucionan” los problemas de las familias y las empresas ante este cambio de ciclo.
“Medidas cosméticas”, según Rajoy
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, aprovechó esta declaración del presidente para acusarle de "generar desconfianza cada vez que habla". El presidente eludió dar respuestas y volvió a hablar del cheque fiscal de 400 euros prometido en plena campaña electoral y cuyo coste es demasiado alto para las cuentas del Estado.
Rajoy replicó que la crisis "no se arregla con medidas cosméticas". "Usted ha perdido mucho tiempo, no ha hecho las cosas bien, cada vez que habla genera más preocupación al conjunto de los españoles, y si sigue así es imposible recuperar la senda de crecimiento de la economía española", advirtió a Zapatero.
El líder de la oposición también señaló que su obligación es pedir al presidente "que gobierne y que tome medidas eficaces". "Y no diga usted que no puede porque entonces sobra", le increpó.
Además le pidió que "no sea soberbio" y "sea humilde" y escuche las medidas que le proponen los populares, quienes fueron "capaces de hacer frente a una crisis económica y superarla" para lograr "un crecimiento en España como no ha habido en muchos años".
De la Vega. “Vivimos mejor que hace 30 años”
Por su parte, el debate entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Teresa Fernández De la Vega fue igualmente agrio, la primera acusó al Gobierno de “inacción” y la segunda blandió como argumento, para la sorpresa de la Cámara, las cifras de renta per cápita de hace treinta años.
A esto la portavoz popular le respondió con un tono contundente que "el único que vive mejor hoy es Rodríguez Menéndez, aunque no se sabe donde", en referencia a su fuga de la justicia en agosto tras serle concedido de forma sorprendente un permiso carcelario.
La vicepresidenta dijo que "José Luis Rodríguez Zapatero ha propuesto muchas soluciones, estamos gestionando la situación y la vamos a solucionar. Ustedes proponen una cosa y la contraria, no parece que quieran que las cosas se arreglen".
Sáenz de Santamaría respondió que los españoles se han dado ya cuenta de que el Gobierno "nada les tiene que ofrecer" para salir de la crisis, después de que Zapatero dijera en su comparecencia en el Congreso que no esperaran de él nada nuevo y que De la Vega presente "viernes tras viernes" en el Consejo de Ministros el "mismo plan y las mismas medidas".
"Son pocos los ministros que hablan, y los que hablan un día dicen una cosa y otro la contraria", ha afirmado, antes de asegurar que las crisis "no se arreglan solas, sino con ganas, decisión y energía y de todo eso a ustedes no les queda absolutamente nada", concluyó la portavoz del PP en el Congreso.