LD (Europa Press) El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, garantizó hoy que "nunca" ha hablado de liquidar las contrataciones en origen a las que, según aseguró, considera "el mejor instrumento para regular los flujos migratorios". "En absoluto hablé de suprimir la contratación en origen, porque soy un defensor de ella. En mi declaración dije que España respetaría todos los convenios internacionales que tiene firmados y los que tenga que firmar", declaró Corbacho en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press.
El titular de Trabajo aseguró además estar "totalmente de acuerdo" al respecto con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. "Las contrataciones en origen se han demostrado el mejor instrumento para la regularidad de los flujos migratorios", indicó al respecto.
Pleno empleo
En una entrevista con la revista Trámite Parlamentario, Corbacho ve con buenos ojos el pacto sobre inmigración promovido por el presidente de la UE de este semestre, Nicolás Sarkozy. A su juicio, la inmigración hay que ligarla "siempre" al mercado laboral y en Europa y en España ésta tiene que ser "regular y legal".
Ello exige, según explica el titular de Inmigración, que tiene que haber controles "precisos" con el fin de que ni en Europa ni en nuestro país la inmigración ilegal se convierta en "el fenómeno mayoritario".
En este sentido, Corbacho recuerda que a partir del presente mes de septiembre el Gobierno va a abrir un proceso de reforma de la Ley de Extranjería y se mostró convencido de que se encontrará "el consenso suficiente" para renovar aquellas "cuatro o seis cosas" en las que se coincide. "Por ejemplo -cita-, la reagrupación familiar".
Preguntado sobre si, en comparación con Jesús Caldera, su antecesor en el cargo, se siente "el poli malo" en relación con la inmigración, Corbacho responde que "en política nunca se puede ir con el espejo retrovisor" sino con "los faros largos".
Reforma de la reagrupación familiar de inmigrantes
En su opinión, la política de Caldera en esta materia fue "magnífica", pero está "amortizada". "Yo vengo del mundo de la realidad, y hay dos discursos que en la inmigración no sirven para nada: los discursos de salón teóricos y los discursos de que yo en 48 horas lo resuelvo todo". En su opinión, hay que desconfiar de los dos.
En el ámbito laboral, el ministro de Trabajo afirma que en la coyuntura económica por la que atraviesa el país no se puede hablar de pleno empleo, si bien reconoce que conseguirlo es uno de los objetivos que se ha marcado para esta legislatura.
En aras de ese objetivo, Corbacho asegura que trabajará para rebajar la actual tasa de desempleo, que se encuentra en el 10,5 por ciento, y volver a situar al país en torno al 8 por ciento, que es donde estaba antes de las elecciones de marzo, "lo que supone casi el pleno empleo".
Paro del 8 por ciento en 2012
"Ahora todos los objetivos y las prioridades tienen que ser para superar esta situación de dificultad económica que estamos atravesando y entrar lo antes posible en una senda de recuperación", agrega.
Una huelga general sería una “irresponsabilidad”
Preguntado sobre si piensa que Zapatero tendrá que enfrentarse a una huelga general de los sindicatos como en su día las tuvieron Felipe González y José María Aznar, Corbacho responde: "No alcanzo a ver ni el ánimo ni el espíritu de los sindicatos que digan 'nos tenemos que lanzar a la calle'". "La huelga es un derecho que tienen los trabajadores reconocido en la Constitución. Sin embargo, debe ser la última decisión que se adopte", apunta.
En cualquier caso, el ministro de Trabajo ve en una posición "muy responsable y seria" a los sindicatos, a los que garantiza que el Gobierno va a discutir "todo lo que haga falta" y a resolver los acuerdos mediante el diálogo. "Nunca se tomará una decisión sin diálogo", remacha.