LD (V. Gago) Los colegios de enseñanza secundaria la Fundación Universitaria San Pablo-CEU han abandonado la patronal FERE, favorable a la imposición de Educación para la Ciudadanía, y se integran en la Confederación Española de Centros de Enseñaza (CECE).
La FERE, presidida por el salesiano Manuel de Castro, ha aceptado la imposición del adoctrinamiento prescrito por el Estado en sus aulas, a cambio de la promesa del Ministerio de permitir una supuesta adaptación de los contenidos de la asignatura al ideario católico de los centros. Este trato bilateral e informal excluye de esa opción a los alumnos de los centros públicos.
En un comunicado, citado por la agencia Efe, San Pablo-CEU recuerda que rechaza esta materia, que es obligatoria, por su carácter "adoctrinador" y porque supone una "agresión" a la libertad de enseñanza y al derecho de los padres a decidir sobre la educación de los hijos.
Por este motivo y la "disconformidad" con la actitud de FERE-CECA respecto a la asignatura, estos centros de enseñanza media, ubicados en Cataluña, Madrid, Murcia y la Comunidad Valenciana, pasan a formar parte de la CECE.
FERE-CECA, que se ha manifestado contraria a la asignatura, ha decidido finalmente impartirla adaptada al ideario católico propio de sus colegios, en los que la objeción de conciencia es "innecesaria, inconveniente y desaconsejable", según ha manifestado en alguna ocasión su secretario general, Manuel de Castro.
La presidenta de CECE, Isabel Bazo, ha replicado que la asignatura no necesitaría ninguna adecuación al carácter de los centros si realmente fuese una materia válida y apropiada para los alumnos.
Por este motivo y la "disconformidad" con la actitud de FERE-CECA respecto a la asignatura, estos centros de enseñanza media, ubicados en Cataluña, Madrid, Murcia y la Comunidad Valenciana, pasan a formar parte de la CECE.
FERE-CECA, que se ha manifestado contraria a la asignatura, ha decidido finalmente impartirla adaptada al ideario católico propio de sus colegios, en los que la objeción de conciencia es "innecesaria, inconveniente y desaconsejable", según ha manifestado en alguna ocasión su secretario general, Manuel de Castro.
La presidenta de CECE, Isabel Bazo, ha replicado que la asignatura no necesitaría ninguna adecuación al carácter de los centros si realmente fuese una materia válida y apropiada para los alumnos.