L D (EFE) Treinta personas murieron y 70 resultaron heridas por la explosión de cuatro vehículos cargados de explosivos en varias poblaciones en las inmediaciones de la ciudad septentrional de Mosul, donde la mayoría de la población pertenece a la secta yazidí, según fuentes policiales.
Las fuentes indicaron que los cuatro vehículos estaban conducidos por suicidas y que uno de ellos era un camión de gran tonelaje. El atentado más sangriento, que acabó con la vida de 20 personas y dejó a más de 30 heridas, tuvo lugar en la localidad de Al Beag, a 120 kilómetros al suroeste de Mosul, situado a 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Otras diez personas murieron en una segunda explosión en el complejo residencial de "Al Yazira", cerca de la ciudad de Sinyar, a 70 kilómetros al oeste de Mosul. En este atentado, al menos cuarenta personas sufrieron heridas de diversa consideración, según las fuentes.
Las fuentes agregaron que otro de los vehículos explotó junto a una sede del Partido Democrático del Kurdistán, dirigido por el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.
Los yazidíes son miembros de una antigua minoría religiosa kurda, cuyas raíces se remontan a 2.000 años antes de Cristo y que cuenta con alrededor de 75.000 seguidores en Irak. El pasado abril un total de 21 seguidores de este grupo religioso, al que los fundamentalistas suníes consideran infiel, murieron en una emboscada tendida por un grupo armado en Mosul.
Cinco militares norteamericanos fallecieron este martes por la tarde al estrellarse el helicóptero en que viajaban cerca de la base militar de Al Taqqadum, en la región occidental iraquí de Al Anbar, informó en un comunicado el Mando Militar de Estados Unidos. Según el comunicado, el accidente se debió a un fallo técnico del aparato, un CH-47 Chinook, utilizado para el transporte pesado y labores de rescate, cuando se dirigía a una revisión técnica rutinaria.
Con estas nuevas bajas asciende a 42 el número de uniformados estadounidenses muertos en Irak en agosto y se eleva a 3.699 el total de soldados de EEUU que han perdido la vida en ese país desde que fue invadido, en marzo de 2003. Al menos diez personas murieron y seis resultaron heridas por la explosión de un camión-bomba conducido por un terrorista suicida sobre el puente Taji, al norte de Bagdad, informaron fuentes policiales.
El puente Taji, a unos 20 kilómetros de Bagdad, conecta la capital con el norte del país y tiene una importancia vital en las comunicaciones de Irak, indicaron las fuentes. Por otra parte, un grupo de hombres armados vestidos con uniformes de la policía secuestró hoy al viceministro de Petróleo iraquí, Abd Al Yabur Al Wakaa, y a otros cuatro funcionarios cuando se encontraban en las oficinas del ministerio en Bagdad.
Según fuentes de seguridad, los secuestradores llegaron al edificio en vehículos similares a los que usa la policía iraquí y se llevaron a Al Wakaa y a otros cuatro funcionarios. Las fuentes indicaron que durante el secuestro se produjo un tiroteo entre los agentes de seguridad encargados de la protección del viceministro y los captores, en el que cinco guardaespaldas resultaron heridos.
Esta tarde fuentes policiales informaron también de que otro alto responsable del mismo ministerio, Abd Al Karim Nahed fue secuestrado junto a dos de sus guardaespaldas por un grupo de desconocidos en la localidad de Al Laab, al este de Bagdad. Asimismo, el mando militar estadounidense anunció hoy la detención de 12 terroristas del Ejército de Al Mahdi, la milicia controlada por el dirigente chií Muqtada Sadr, a los que acusa de estar involucrados en la violencia sectaria y en ataques contra las fuerzas de seguridad.
Según un comunicado militar, la detención se produjo ayer, lunes, en Bagdad, gracias a informaciones obtenidas por los servicios de espionaje estadounidense. Las tropas estadounidenses lanzaron hoy en la provincia de Diyala una gran ofensiva militar contra bastiones de insurgentes suníes, presuntamente vinculados con Al Qaeda, y contra posiciones de terroristas chiíes, anunció hoy el mando militar de EEUU. Según una nota difundida hoy, 16.000 soldados toman parte en este dispositivo, que está integrado en la denominada "Operación Ataque Fantasma", que fue anunciada ayer y que tiene el objetivo de acabar en todo el país con las actividades de la red Al Qaeda y de los terroristas chiíes.
Las fuentes indicaron que los cuatro vehículos estaban conducidos por suicidas y que uno de ellos era un camión de gran tonelaje. El atentado más sangriento, que acabó con la vida de 20 personas y dejó a más de 30 heridas, tuvo lugar en la localidad de Al Beag, a 120 kilómetros al suroeste de Mosul, situado a 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Otras diez personas murieron en una segunda explosión en el complejo residencial de "Al Yazira", cerca de la ciudad de Sinyar, a 70 kilómetros al oeste de Mosul. En este atentado, al menos cuarenta personas sufrieron heridas de diversa consideración, según las fuentes.
Las fuentes agregaron que otro de los vehículos explotó junto a una sede del Partido Democrático del Kurdistán, dirigido por el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.
Los yazidíes son miembros de una antigua minoría religiosa kurda, cuyas raíces se remontan a 2.000 años antes de Cristo y que cuenta con alrededor de 75.000 seguidores en Irak. El pasado abril un total de 21 seguidores de este grupo religioso, al que los fundamentalistas suníes consideran infiel, murieron en una emboscada tendida por un grupo armado en Mosul.
Cinco militares norteamericanos fallecieron este martes por la tarde al estrellarse el helicóptero en que viajaban cerca de la base militar de Al Taqqadum, en la región occidental iraquí de Al Anbar, informó en un comunicado el Mando Militar de Estados Unidos. Según el comunicado, el accidente se debió a un fallo técnico del aparato, un CH-47 Chinook, utilizado para el transporte pesado y labores de rescate, cuando se dirigía a una revisión técnica rutinaria.
Con estas nuevas bajas asciende a 42 el número de uniformados estadounidenses muertos en Irak en agosto y se eleva a 3.699 el total de soldados de EEUU que han perdido la vida en ese país desde que fue invadido, en marzo de 2003. Al menos diez personas murieron y seis resultaron heridas por la explosión de un camión-bomba conducido por un terrorista suicida sobre el puente Taji, al norte de Bagdad, informaron fuentes policiales.
El puente Taji, a unos 20 kilómetros de Bagdad, conecta la capital con el norte del país y tiene una importancia vital en las comunicaciones de Irak, indicaron las fuentes. Por otra parte, un grupo de hombres armados vestidos con uniformes de la policía secuestró hoy al viceministro de Petróleo iraquí, Abd Al Yabur Al Wakaa, y a otros cuatro funcionarios cuando se encontraban en las oficinas del ministerio en Bagdad.
Según fuentes de seguridad, los secuestradores llegaron al edificio en vehículos similares a los que usa la policía iraquí y se llevaron a Al Wakaa y a otros cuatro funcionarios. Las fuentes indicaron que durante el secuestro se produjo un tiroteo entre los agentes de seguridad encargados de la protección del viceministro y los captores, en el que cinco guardaespaldas resultaron heridos.
Esta tarde fuentes policiales informaron también de que otro alto responsable del mismo ministerio, Abd Al Karim Nahed fue secuestrado junto a dos de sus guardaespaldas por un grupo de desconocidos en la localidad de Al Laab, al este de Bagdad. Asimismo, el mando militar estadounidense anunció hoy la detención de 12 terroristas del Ejército de Al Mahdi, la milicia controlada por el dirigente chií Muqtada Sadr, a los que acusa de estar involucrados en la violencia sectaria y en ataques contra las fuerzas de seguridad.
Según un comunicado militar, la detención se produjo ayer, lunes, en Bagdad, gracias a informaciones obtenidas por los servicios de espionaje estadounidense. Las tropas estadounidenses lanzaron hoy en la provincia de Diyala una gran ofensiva militar contra bastiones de insurgentes suníes, presuntamente vinculados con Al Qaeda, y contra posiciones de terroristas chiíes, anunció hoy el mando militar de EEUU. Según una nota difundida hoy, 16.000 soldados toman parte en este dispositivo, que está integrado en la denominada "Operación Ataque Fantasma", que fue anunciada ayer y que tiene el objetivo de acabar en todo el país con las actividades de la red Al Qaeda y de los terroristas chiíes.