LD (EFE) En el puerto de Busheir, en el sur de Irán, donde está ubicada la planta nuclear del mismo nombre, el presidente Mahmud Ahmadineyad prometió mantener su programa nuclear aunque sea llevado ante el Consejo de Seguridad de la ONU para su debate. Las palabras del mandatario eran acompañadas por la multitud con gritos de "¡muerte a EEUU!" y "¡muerte a Israel!".
La declaración de intenciones de Ahmadineyad aparece después de que el ministro de Exteriores iraní, Manoucheher Mottakki, advirtiera de que Irán dejará de colaborar con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) si el contencioso nuclear iraní es llevado al Consejo de Seguridad de la ONU.
Horas antes, en su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente de EEUU, George Bush, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que no permita que el régimen iraní consiga armas nucleares. Además, en su último informe, la AIEA afirma que Irán dispone de instrucciones para la "fabricación de compuestos de armas nucleares".
Ahmadineyad rechazó la posibilidad de que su programa nuclear sea debatido en el Consejo de Seguridad tal y como lo han acordado en Londres Rusia, China, EEUU y la Unión Europea (UE). Tachó al máximo órgano de la ONU de "poder de paja". Además, prometió llevar a George Bush ante un tribunal popular para que sea juzgado por diversos "crímenes".