LD (EFE) En su declaración, en la primera sesión de la vista oral del juicio por el caso de las pensiones secretas, Ybarra explicó que en 2001 las relaciones internas en los máximos órganos de gobierno del banco atravesaban "dificultades y desajustes" y que decidió deshacer las pólizas para "evitar perjuicios de cualquier tipo al banco".
En la sesión de este miércoles, que concluyó a las 14,00 horas y que se reanudará este jueves a las 10,30, Ybarra insistió en que el otro copresidente del banco entonces, Francisco González -actual presidente único-, admitió que se compensara a los consejeros procedentes del BBV, pero no quiso saber la manera. Sin embargo, Ybarra añadió que González se mostró contrario con la operación cuando meses después conoció públicamente su existencia.
Según el relato del ex presidente del BBVA, González no conoció hasta finales de 2000 la existencia de esos planes de pensiones, porque antes de su constitución le había pedido que hiciera lo que quisiera, pero que él no quería saber nada. Cuando González se enteró, ya había "fricciones y conflictos" entre los dos bancos -BBV y Argentaria- que hacían improbable que pudiera haber unanimidad para aprobar en el Consejo esas retribuciones extraordinarias que se habían abonado a los consejeros procedentes del BBV, aseguró Ybarra.
Durante su declaración, Ybarra repitió, en varias ocasiones, que él fue el máximo responsable de la decisión de constituir esos fondos, pero recalcó que consultó su idea con los tres vicepresidentes del banco -Gervasio Collar, Domingo Ampuero y Pedro Luis Uriarte- y que intentó hacerlo con González, pero que éste "no quiso escuchar". Además, explicó que, en el momento de la fusión, se acordó que él se dedicaría a que la integración se realizara en óptimas condiciones y a arreglar "todos los asuntos que vinieran de atrás", mientras que González se dedicaría "al día a día y al futuro" del grupo.
En su defensa, Emilio de Ybarra afirmó que estaba "facultado" para tomar la decisión de constituir esos fondos y que dejó que se suscribiesen, con una fórmula "líquida", para que se pudiese disponer de ello, si habían alguna eventualidad que atender por parte del BBVA. "Es una apropiación indebida curiosa" si no se podía disponer de los fondos de pensiones, comentó el ex banquero, antes de recordar que esos 19,24 millones de dólares se devolvieron íntegramente menos de un año después, "con intereses" de 800.000 euros.
Ybarra defendió esta retribución porque, tras la fusión del BBV con Argentaria, el banco pretendía compensarles el descenso del 30 por ciento que habían sufrido sus remuneraciones y afirmó que se establecieron en función de sus años de trabajo en la entidad, un coeficiente de lo que iban a percibir en su cargo los próximos cinco años y la edad.
En la sesión de este miércoles, que concluyó a las 14,00 horas y que se reanudará este jueves a las 10,30, Ybarra insistió en que el otro copresidente del banco entonces, Francisco González -actual presidente único-, admitió que se compensara a los consejeros procedentes del BBV, pero no quiso saber la manera. Sin embargo, Ybarra añadió que González se mostró contrario con la operación cuando meses después conoció públicamente su existencia.
Según el relato del ex presidente del BBVA, González no conoció hasta finales de 2000 la existencia de esos planes de pensiones, porque antes de su constitución le había pedido que hiciera lo que quisiera, pero que él no quería saber nada. Cuando González se enteró, ya había "fricciones y conflictos" entre los dos bancos -BBV y Argentaria- que hacían improbable que pudiera haber unanimidad para aprobar en el Consejo esas retribuciones extraordinarias que se habían abonado a los consejeros procedentes del BBV, aseguró Ybarra.
Durante su declaración, Ybarra repitió, en varias ocasiones, que él fue el máximo responsable de la decisión de constituir esos fondos, pero recalcó que consultó su idea con los tres vicepresidentes del banco -Gervasio Collar, Domingo Ampuero y Pedro Luis Uriarte- y que intentó hacerlo con González, pero que éste "no quiso escuchar". Además, explicó que, en el momento de la fusión, se acordó que él se dedicaría a que la integración se realizara en óptimas condiciones y a arreglar "todos los asuntos que vinieran de atrás", mientras que González se dedicaría "al día a día y al futuro" del grupo.
En su defensa, Emilio de Ybarra afirmó que estaba "facultado" para tomar la decisión de constituir esos fondos y que dejó que se suscribiesen, con una fórmula "líquida", para que se pudiese disponer de ello, si habían alguna eventualidad que atender por parte del BBVA. "Es una apropiación indebida curiosa" si no se podía disponer de los fondos de pensiones, comentó el ex banquero, antes de recordar que esos 19,24 millones de dólares se devolvieron íntegramente menos de un año después, "con intereses" de 800.000 euros.
Ybarra defendió esta retribución porque, tras la fusión del BBV con Argentaria, el banco pretendía compensarles el descenso del 30 por ciento que habían sufrido sus remuneraciones y afirmó que se establecieron en función de sus años de trabajo en la entidad, un coeficiente de lo que iban a percibir en su cargo los próximos cinco años y la edad.