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Millones de personas intentan abandonar Texas ante el avance del huracán Rita

La evacuación de más de dos millones de personas de áreas cercanas a la costa de Texas, donde se espera la llegada del huracán Rita, ha colapsado por completo las autopistas de salida de Houston hacia ciudades del interior. La respuesta masiva de los ciudadanos a las recomendaciones de dejar la zona ha superado las previsiones de las autoridades. En Galveston, donde se espera que el impacto de Rita sea más fuerte, la orden de desalojo es obligatoria.

La evacuación de más de dos millones de personas de áreas cercanas a la costa de Texas, donde se espera la llegada del huracán Rita, ha colapsado por completo las autopistas de salida de Houston hacia ciudades del interior. La respuesta masiva de los ciudadanos a las recomendaciones de dejar la zona ha superado las previsiones de las autoridades. En Galveston, donde se espera que el impacto de Rita sea más fuerte, la orden de desalojo es obligatoria.

L D (EFE) Aunque puede variar el punto concreto de su entrada en tierra, las probabilidades mayores las tiene la ciudad tejana de Galveston, cuyos 58.000 habitantes han sido obligados a evacuarla y sólo tienen autorización para permanecer en ella 180 policías y 117 bomberos, que serán los encargados de su protección. Galveston, ubicada a tres metros por debajo del nivel del mar, quedó completamente destruida en 1900 cuando sufrió los efectos del peor huracán que se recuerda en la historia de Estados Unidos y que dejó un saldo nunca aclarado de entre 6.000 y 12.000 muertos.

La cercanía de Rita ha motivado un éxodo masivo hacia ciudades del interior de Texas, como San Antonio, Austin y Dallas, que ha superado todas las previsiones de las autoridades. Personas que llevan más de 15 horas en la carretera todavía no han podido salir del área urbana de Houston, la cuarta ciudad más importante de Estados Unidos, con cuatro millones de habitantes. La situación es caótica puesto que los automovilistas no pueden abandonar las autopistas, donde además el combustible se está agotando.

Las dificultades para la evacuación se incrementan con la presencia de los refugiados de Nueva Orleans que se encontraban en Houston y ahora deben ser trasladados a otros estados, como Arkansas y Oklahoma. El alcalde de Houston, Bill White, reconoció que no existen vehículos oficiales suficientes para evacuar a todas las personas de las áreas que pueden ser afectadas por Rita, por lo que pidió la colaboración de los ciudadanos.

"Los residentes de Houston deben saber que tenemos unas de las comunidades mejor preparadas para este tipo de situaciones, sin olvidar que estamos ante la que podría ser una de las peores tormentas de la historia de este país", declaró White. El alcalde también reconoció en una rueda de prensa la grave situación que se está dando con el colapso de las autopistas y dijo que estaba implementando soluciones de urgencia con el Departamento de Seguridad Pública de Texas para superarla.

"Hemos sido asesorados por algunos de los mejores expertos del país en preparación de emergencias", dijo el regidor, que pidió a los ciudadanos que usen el sentido común y abandonen sus hogares voluntariamente si creen que no están en condiciones de soportar severos embates de viento. Las autoridades de Houston solicitaron a las empresas que prescindan de los trabajadores que no sean totalmente necesarios mañana y el viernes, y a los colegios que suspendan las clases durante al menos esos dos días.

El trabajo del alcalde ha sido calificado de "excelente o bueno" por el 80 por ciento de la población, por encima del gobernador de Texas, Rick Perry, o del presidente de EEUU, George W. Bush, según una encuesta reciente del diario "Houston Chronicle" y la cadena de televisión KHOU. White garantizó que la ciudad proporcionará servicio de transporte a aquellas personas que no cuenten con medios para abandonar las áreas más vulnerables, así como a los que "no tienen quién les ayude". No obstante, el alcalde pidió a este último colectivo que recurra en primer lugar a familiares y vecinos porque podrían "no tener suficientes vehículos para evacuar a todo el mundo".

La última vez que Houston sufrió los efectos de un huracán fue en 1983, cuando tocó tierra Alicia, de categoría tres, y dejó inundado el centro de la ciudad, 21 personas muertas y pérdidas materiales de 2.000 millones de dólares.
 

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