LD (Agencias) El gobierno de los Estados Unidos había adelantado la posibilidad de recurrir a sus reservas de petróleo. El mercado no ha respondido con una corrección de precios, que por el contrario han seguido aumentando. Este miércoles, la Administración Bush ha tomado finalmente la decisión de abrir la espita de su reserva petrolera para que los precios del petróleo no se disparen como consecuencia de los estragos causados por el huracán katrina.
Las reservas de emergencia consisten en cerca de 700 millones de barriles de crudo almacenados bajo tierra en cavidades saladas en la región de Texas y Louisiana. Su cometido es el de mantener el suministro en momentos en los que se producen interrupciones.
El secretario de Energía norteamericano, Samuel W. Bodman, ha confirmado la noticia en unas declaraciones a la cadena de televisión NBC. Bodman explicó que la decisión de acudir a las reservas se produjo a última hora de ayer. El pasado lunes la Casa Blanca declaró que George W. Bush, sigue de cerca lo que sucede al paso del huracán, así como las deliberaciones acerca de la conveniencia de acudir a las reservas de emergencia.
Hasta ahora se había recurrido a la reserva energética cuando se habían producido interrupciones en el suministro. Entre septiembre y noviembre de 2004, Washington entregó 4,5 millones de barriles de la reserva de emergencia a las refinerías de Placid Refining, Shell Trading, ConocoPhillips, Astra Oil y Premcor, que solicitaron este suministro para hacer frente a los estragos provocados por el huracán Iván.