LD (EFE) Fuentes de la Policía de Israel han informado de que Alrededor de 2.000 radicales están atrincherados en los asentamientos cisjordanos de Sa-Nur y Jómesh, todos residentes de colonias vecinas y dispuestos a oponer resistencia a las fuerzas del Gobierno cuando el próximo miércoles vayan a evacuarlos. Los radicales se han negado a entregar sus armas.
Los otros dos de los cuatro asentamientos de Cisjordania incluidos en la Operación Confraternidad, Ganim y Kadim, ya fueron evacuados por todos sus habitantes, entre estos varias familias de judíos procedentes de Latinoamérica.
La recolección de las armas en Sa-Nur y Jómesh ha sido parcial, han informado fuentes policiales, y esto hace temer de que las protestas puedan degenerar en incidentes de violencia más graves que los de esta semana en asentamientos de la franja de Gaza. Un destacado oficial de la policía, no identificado, declaró que "vemos una concentración de centenares de extremistas que pueden reaccionar violentamente (al desalojo) y aún recurrir a las armas".
Antes de comenzar la evacuación, el Ejército y la Policía, con agentes del cuerpo de lucha anti-subversiva y del cuerpo de agentes montados, así como con sus camiones de agua a presión, expulsarán a todos los militantes del movimiento "anaranjado". "La fuerza que emplearemos puede prevenir la escalada ulterior de la violencia al comenzar la evacuación", agregó el oficial. Entre los radicales, que levantaban desde esta semana barricadas, hay familias de colonos con sus hijos.