L D (Agencias) Javier Tirado Rodríguez, el miembro de la cuadrilla de Ávila fallecido, pertenecía a la base de la Iglesuela (Toledo) y ha muerto a consecuencia de un desprendimiento de rocas mientras trabajaba en las labores de extinción de un incendio que ya ha afectado a unas 500 hectáreas. Según explicaron testigos presenciales, el joven fue trasladado a la localidad de Casavieja aún con vida, aunque posteriormente falleció, a pesar de que los médicos del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León intentaron reanimarle.
El cuerpo de Javier Tirado fue depositado posteriormente en el tanatorio de la localidad abulense, aunque el juez de paz adelantó que será llevado en breve a un tanatorio de la capital para que le sea practicada la autopsia.
El cuerpo de Javier Tirado fue depositado posteriormente en el tanatorio de la localidad abulense, aunque el juez de paz adelantó que será llevado en breve a un tanatorio de la capital para que le sea practicada la autopsia.
El delegado territorial de Avila en funciones, José Luis Valverde, constituyó el CECOPI (Centro de Coordinación Operativo) a las 14.52 para decretar el nivel 2 que establece el INFOCAL, debido a que un incendio forestal que se había originado en el término municipal de Mijares a las 13.55 podía recomendar el desalojo de esta misma localidad. En cuanto a los medios utilizados, trabajan en la zona seis helicópteros, tres hidroaviones, 20 autobombas, 16 cuadrillas de tierra, cuatro buldozer, seis cuadrillas helitransportadas, dos técnicos y tres agentes medioambientales.
Un veterano piloto
El piloto de la avioneta que trabajaba en las labores de extinción de un incendio forestal en la localidad orensana de Medeiros, falleció al estrellarse el aparato cuando sobrevolaba la zona, según informaron testigos presenciales. La avioneta cayó sobre las 16.00 horas, según declaró José Luis Suárez Conde, alcalde de la localidad, que además precisó que se trata de una avioneta de carga de agua en tierra que acababa de llenar los depósitos de agua y de repostar combustible poco antes de estrellarse.
Según fuentes de la Guardia Civil, el piloto fallecido es Antonio Díaz Díaz, de unos 50 años de edad y residente en Lancara, que ejercía en la base de extinción de incendios que la Xunta de Galicia tiene en Sober, en la provincia de Lugo.
Uno de los agentes forestales que también trabajaba en la extinción del incendio y que se encontraba cerca del lugar del accidente indicó a Efe que vio como la avioneta, que volaba bajo, perdió el control y se estrelló. Según ese testigo, la avioneta efectuó una maniobra de aproximación "muy arriesgada" ya que sobrevoló la zona de las llamas a muy poca altura. "Sentí el golpe del ala contra una rama de castaño", dijo a Efe este agente que pidió que no se diera su identidad por no estar autorizado a dar información. Precisó que después del impacto "la avioneta siguió dando volteretas unos 200 metros" y aseguró que "la suerte fue que no explotó, porque si no, podían haber muerto más personas".