L D (Agencias) Pocas esperanzas de contemplar el cadáver del Pontífice puede tener la gente que apenas ha comenzado a unirse a las larguísimas filas que comienzan incluso en puntos como el Puente de Umberto I, distante a unos dos kilómetros de la Basílica de San Pedro. A las ocho de la tarde, las autoridades recomendaron a los peregrinos no ponerse en la fila ya que hay una media de 20 horas de espera. Las previsiones de los organizadores se están quedando cortas y ya se habla de que se superarán con creces los dos millones visitantes calculados inicialmente, hasta el punto de que el prefecto (delegado del Gobierno) de Roma, Achille Serra, ha apuntado la cifra de cuatro millones de peregrinos.
"Tratándose de un evento histórico que no tiene precedentes, ni en Roma ni en Italia, y al haberse preparado en sólo dos días, no se podía hacer mejor", dijo Serra. Preguntado por si estaba ya organizado un plan en caso de la muerte del Papa, Serra contestó que "lo que no se hubieran imaginado nunca era la llegada de cuatro millones de personas". El gobernador civil explicó que en la organización están colaborando "miles y miles" de personas desde la Protección Civil, a los bomberos, el Ejercito, la Cruz Roja, la Policía y cientos de voluntarios. También anunció que tanto los colegios, como los museos y oficinas públicas cerrarán el viernes y que en toda la ciudad se cortará el tráfico a los vehículos, excepto a motos y medios de transporte público.
"Tratándose de un evento histórico que no tiene precedentes, ni en Roma ni en Italia, y al haberse preparado en sólo dos días, no se podía hacer mejor", dijo Serra. Preguntado por si estaba ya organizado un plan en caso de la muerte del Papa, Serra contestó que "lo que no se hubieran imaginado nunca era la llegada de cuatro millones de personas". El gobernador civil explicó que en la organización están colaborando "miles y miles" de personas desde la Protección Civil, a los bomberos, el Ejercito, la Cruz Roja, la Policía y cientos de voluntarios. También anunció que tanto los colegios, como los museos y oficinas públicas cerrarán el viernes y que en toda la ciudad se cortará el tráfico a los vehículos, excepto a motos y medios de transporte público.
Pantallas gigantes para seguir el funeral
Por otra parte, las autoridades de Roma instalarán pantallas gigantes de televisión en siete grandes lugares de la capital italiana para que los fieles puedan seguir en directo la transmisión del solemne funeral por el Papa Juan Pablo II, el viernes a las 10.00 horas. Los peregrinos no podrán seguir la misa desde la Plaza de San Pedro, reservada a las delegaciones internacionales.
Entre los lugares donde se instalarán las pantallas gigantes se encuentran los estadios Olímpico y Flaminio, con capacidad para 80.000 y 30.000 espectadores, respectivamente. Asimismo, el funeral por el difunto Pontífice podrá verse en las pantallas gigantes ubicadas en el Circo Máximo, la Piazza del Popolo, la Plaza de San Juan de Letrán, la Plaza de San Pablo Extramuros y en la zona de Tor Vergata, a las afueras de Roma.
Las autoridades ya han subrayado que, en ningún caso, la masa ingente de peregrinos, fieles o simples curiosos que se están acercando a Roma, y que podría superar los dos millones de personas, podrá asistir al funeral en la Plaza de San Pedro y su entorno. Tan sólo unos 300.000 fieles podrán seguir el funeral en el área comprendida entre un pequeño segmento de la Plaza de San Pedro, la Via della Conciliazione (la calle que une el Vaticano con Roma) y la Plaza del Risorgimento.
La mayor parte de la Plaza de San Pedro queda reservada a las alrededor de 200 delegaciones internacionales que asistirán a las exequias fúnebres, así como a los servicios de seguridad, protección civil y comitivas. De este modo, los peregrinos que deseen presenciar los funerales en San Pedro o sus aledaños tendrán que hacer noche en la misma zona, si no quieren perder el sitio, puesto que todo el perímetro del Vaticano quedará cortado al tráfico de personas y vehículos desde primeras horas del viernes. Dicha disposición forma parte de las estrictas medidas de seguridad que ya comienzan a notarse en Roma y que se apreciarán mucho más a partir de esta noche, y sobre todo de este jueves con la llegada del grueso de las delegaciones internacionales.
Las autoridades ya han subrayado que, en ningún caso, la masa ingente de peregrinos, fieles o simples curiosos que se están acercando a Roma, y que podría superar los dos millones de personas, podrá asistir al funeral en la Plaza de San Pedro y su entorno. Tan sólo unos 300.000 fieles podrán seguir el funeral en el área comprendida entre un pequeño segmento de la Plaza de San Pedro, la Via della Conciliazione (la calle que une el Vaticano con Roma) y la Plaza del Risorgimento.
La mayor parte de la Plaza de San Pedro queda reservada a las alrededor de 200 delegaciones internacionales que asistirán a las exequias fúnebres, así como a los servicios de seguridad, protección civil y comitivas. De este modo, los peregrinos que deseen presenciar los funerales en San Pedro o sus aledaños tendrán que hacer noche en la misma zona, si no quieren perder el sitio, puesto que todo el perímetro del Vaticano quedará cortado al tráfico de personas y vehículos desde primeras horas del viernes. Dicha disposición forma parte de las estrictas medidas de seguridad que ya comienzan a notarse en Roma y que se apreciarán mucho más a partir de esta noche, y sobre todo de este jueves con la llegada del grueso de las delegaciones internacionales.
Un millón de personas han pasado por la capilla ardiente
Hasta ahora se calcula que más de un millón de personas han rendido su último homenaje al Pontífice y las autoridades italianas prevén que la cifra ascienda a más de dos millones cuando finalicen las visitas. Algunas de las principales calles de Roma, como Corso Vittorio Emmanuelle, han sido cortadas a los vehículos para permitir que las masas de fieles tengan un acceso directo y seguro al Vaticano, sin tener que sufrir las molestias de los miles de vehículos que a diario transitan por esta vía, una de las más congestionadas de la capital italiana. Una vez alcanzada la fila, la espera puede durar entre cuatro y siete horas en medio de una masa compacta, en la que el calor, la tensión, los empujones y el cansancio causan problemas como lipotimias, bajadas de tensión o de azúcar.
Vuelos a Roma
Iberia ha programado en los vuelos entre Madrid y Roma dos aviones de gran capacidad, un Airbus 340-600 de 352 plazas y un Boeing 747 "Jumbo", de 404, para atender la demanda que ha surgido con motivo de la muerte y funerales de Juan Pablo II. Según informa Europa Press, estos vuelos son los que salen de Madrid a las 16:10 los días 7 y 8 de abril, y regresan de Roma a las 19:35 de los mismos días. Este cambio de capacidad, que se suma a los que se han venido realizando a lo largo de toda la semana, ha permitido a la compañía ofrecer más de 1.000 plazas adicionales en esta ruta. Iberia ofrece 8 vuelos diarios por sentido con Roma, tres desde Barcelona y cinco desde Madrid, lo que supone una media de 1.300 plazas por sentido cada día. Por otro lado, Iberia eliminó desde el lunes pasado y hasta el día 17 de este mes las restricciones de compra anticipada en la mayoría de sus tarifas.