(Libertad Digital) Durante su intervención ante el Consejo Económico y Social (CES), Caldera negó rotundamente que el diálogo social "se haya roto" después de la negativa de la patronal a firmar el acuerdo del Salario Mínimo Interprofesional (SIM), ya que a su juicio las diferencias entre los agentes sociales están sólo en la forma. Según dijo, todos están de acuerdo en que deben fijarse revalorizaciones anuales del salario mínimo. El problema está en qué mecanismo es el más apropiado para realizarlas.
El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, fue más explícito con los periodistas al afirmar que el Gobierno está dispuesto a "agotar todas las vías" antes de aprobar una medida que cuenta con el rechazo de la patronal.
Hay que recordar que la cláusula que tanta polémica ha provocado contempla una revalorización automática del Salario Mínimo Interprofesional de acuerdo con la inflación y fue incluida en el acuerdo alcanzado entre los agentes sociales, en el último momento y sin consultar a la patronal, por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Tanto la CEOE, como el vicepresidente Pedro Solbes y el comisario europeo Joaquín Almunia han mostrado su disconformidad con esta forma de mantener el poder adquisitivo del Salario Mínimo, ya que consideran que podría provocar una espiral inflacionista y frenar la creación de empleo.
Tras escuchar las declaraciones del ministro y del secretario de Empleo, los secretarios de Acción Sindical de UGT y CCOO, Toni Ferrer e Ignacio Fernández Toxo, afirmaron tajantemente que "el acuerdo está cerrado" y éste incluye ya la cláusula de revisión salarial. "Ahora lo que corresponde es que el Ejecutivo gestione con coherencia sus compromisos y su propio acuerdo", insistieron. Además, ambos coincidieron en afirmar que la advertencia del vicepresidente y de la patronal es "desproporcionada".