(Libertad Digital) El pasado martes, el vicepresidente segundo de Economía, Pedro Solbes, reconoció en un programa de televisión que el acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros para actualizar de forma automática el salario mínimo se adoptó en contra de su opinión. Solbes cree que esa revisión se debería producir "en función de las circunstancias económicas". Y añadió: "A mí me preocupa que un sistema excesivamente automático lo que tenga es un impacto negativo sobre crecimientos de salarios por lo tanto sobre competitividad y sobre empleo".
En el PSOE, hasta ahora las voces de apoyo sólo las había cosechado el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, que al aval del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, sumó el respaldo de otros ministros como el de Industria, José Montilla.
Sin embargo, el miércoles el ex ministro socialista y ahora comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, rompió una lanza a favor de las tesis de su predecesor en el cargo y consideró que vincular automáticamente la evolución de los salarios a la de los precios tiene un impacto negativo sobre la creación de expectativas inflacionistas. dijo que está "demostrado suficientemente" que "ligar automáticamente" la evolución de las rentas a los precios no sólo tiene "a veces" un impacto directo sobre el crecimiento de los precios que perjudica a los asalariados. Además, añadió, esa vinculación automática tiene "un impacto mucho más general y dañino sobre la creación de las expectativas inflacionistas".
Casi al mismo tiempo que Almunia, el jefe de la patronal anunciaba que la CEOE se negaba a firmar la reforma del salario mínimo. La CEOE pide al Gobierno que retire este asunto del acuerdo y comunica que el presidente de la organización empresarial, José María Cuevas, solicitará una entrevista con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, para establecer "garantías" de que el diálogo social seguirá cauces adecuados mediante la definición del correspondiente protocolo.
En la prensa económica todo este galimatías generado en torno al acuerdo del SMI había sido criticado duramente en dos de los tres periódicos –Expansión y La Gaceta de los Negocios. Este jueves, se ha sumado a las críticas Cinco Días, diario económico del Grupo Prisa. Y no evitó descalificativos para la gestión de Zapatero: La negociación para elevar el salario mínimo ha sido un auténtico dislate. Una cosa es buscar el máximo consenso en cualquier reforma de alcance del mercado laboral y otra muy distinta pretender, como pretende el Gobierno, que la patronal santifique un aumento sustancial del salario mínimo que, además, lleva añadida una cláusula de revisión automática. Según Cinco Días, "el Gobierno ha colocado contra las cuerdas a la patronal, que no puede aparecer en la foto de familia que busca Caldera".