L D (EFE) El agente falleció durante un presunto intento de secuestro de una pareja gitana, después de que, en un forcejeo, perdió su pistola, que fue empleada por la mujer para dispararle. La mujer, que se entregó voluntariamente a la Policía, ha ingresado en prisión, mientras el otro agente implicado, que presuntamente merodeó por la vivienda de la pareja gitana unos días antes del intento de secuestro, quedó en libertad y hoy ha sido suspendido de empleo y sueldo, dijeron fuentes de la Jefatura.
El jefe policial rehusó confirmar si el intento de secuestro era para pedir rescate o si el caso está relacionado con una deuda por narcotráfico, recordando que el asunto está en manos de la Justicia. "Yo creo que no tardaremos mucho en esclarecer todo el asunto", aseguró. También dijo que la Policía no maneja datos que apunten a más casos de esta índole. "Estamos trabajando con todos los recursos que tenemos para detectar cualquier otra supuesta irregularidad, pero por el momento no hemos detectado ningún otro caso", explicó.
Admitió que sucesos como este dañan a la Policía, pero matizó: "estamos ante un pequeño tumor con unos casos muy singulares y que se ha cogido a tiempo y se va a extirpar con la cirugía, que no es otra que las leyes". "La voluntad y decisión (de la Policía) es extirpar definitivamente cualquier supuesto de esta naturaleza porque contamina a todo el resto de servidores públicos abnegados, dedicados y entregados al servicio al ciudadano y empaña la imagen y la respetabilidad del Cuerpo", añadió.
El jefe policial rehusó confirmar si el intento de secuestro era para pedir rescate o si el caso está relacionado con una deuda por narcotráfico, recordando que el asunto está en manos de la Justicia. "Yo creo que no tardaremos mucho en esclarecer todo el asunto", aseguró. También dijo que la Policía no maneja datos que apunten a más casos de esta índole. "Estamos trabajando con todos los recursos que tenemos para detectar cualquier otra supuesta irregularidad, pero por el momento no hemos detectado ningún otro caso", explicó.
Admitió que sucesos como este dañan a la Policía, pero matizó: "estamos ante un pequeño tumor con unos casos muy singulares y que se ha cogido a tiempo y se va a extirpar con la cirugía, que no es otra que las leyes". "La voluntad y decisión (de la Policía) es extirpar definitivamente cualquier supuesto de esta naturaleza porque contamina a todo el resto de servidores públicos abnegados, dedicados y entregados al servicio al ciudadano y empaña la imagen y la respetabilidad del Cuerpo", añadió.