L D (EFE) José Antonio Alonso ha manifestado en la Comisión de Interior del Congreso que relacionar a ETA y Al-Qaeda “es una tesis extravagante a la luz de los hechos objetivos y racionales”. Sus declaraciones han tenido como objetivo principal negar que las comunicaciones mantenidas entre etarras y extremistas islámicos, internados en la cárcel asturiana de Villabona, tuviesen relación con la preparación del 11-M.
Por este centro penitenciario pasaron varios implicados en la trama de los atentados de Atocha: Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro, supuestos responsables de la red de tráfico de explosivos que abasteció a los terroristas; Abdelkrim Beresmail, lugarteniente de uno de los suicidas de Leganés, Lamari; y varios dirigentes de Jarrai, entre ellos, Juan Luis Camarero, cuyos contactos con el islamista radical han sido publicados.
Además, Alonso ha dicho que el Gobierno descarta ya cualquier vinculación entre elementos de ambas organizaciones, obviando las numerosas coincidencias y evidencias de contactos en las cárceles españolas reveladas por los medios de comunicación. Respecto al caso del centro penitenciario de Villabona, el ministro ha señalado que existieron “lazos personales”, aunque según él este hecho no permite establecer “relaciones orgánicas ni operativas”.
Desde el PP se cuestiona seriamente la valía de los informes en los que el responsable de Interior ha fundamentado sus declaraciones en los que, por ejemplo, no aparece en qué calle fue robado el coche que usó ETA para el atentado de Santander y que estaba junto a un garaje de Emilio Suárez Trashorras.
El diputado y miembro del grupo popular en la comisión de investigación del 11-M, Jaime Ignacio del Burgo, calificó de “temerarias” las afirmaciones de Alonso, por descartar de un modo tan rotundo la posibilidad de que haya existido conexión entre ambos grupos terroristas. Del Burgo recordó otras investigaciones históricas, como la del GAL, cuando Felipe González cometió el error de descartar que aparecieran pruebas sobre el terrorismo de Estado organizado al amparo de su gobierno.
En relación a la política antiterrorista llevada a cabo por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero contra el islamismo radical, Alonso recordó las más de setenta detenciones efectuadas por la Policía, que “acreditan un celo y una calidad en la investigación indiscutible”.