En una entrevista en Los Desayunos de TVE, muy suave como siempre que se entrevista a alguien del Ejecutivo, Gaspar Zarrías ha sido preguntado sobre su presencia en el acto guerracivilista de apoyo a Garzón y en el que el número dos de Manuel Chaves estuvo presente.
“No me equivoqué, debía estar allí y si volviera a surgir este acto iría de nuevo”, sentenció el secretario de Estado de Cooperación Territorial. De hecho, justificó su presencia bajo el derecho a la libertad de expresión porque, a su juicio, con estos actos “no se pone en peligro la democracia.
Pero el socialista andaluz fue más allá y no sólo no censuró los discursos totalitarios y los ataques al Tribunal Supremo sino que indicó que volvería a asistir porque “cuando hay actos de este tipo me siento como en casa”. Y aquí llega su principal argumento: “sí, soy secretario de Estado, pero un secretario de Estado ciudadano, que tiene derechos”.
Sobre el acto sólo dijo que no compartió todo lo dicho -en referencia a la ristra de insultos que Jiménez Villarejo ensodó a los jueces del Supremo- aunque sí se mostró muy de acuerdo con las palabras de Cándido Méndez y el rector de la Complutense Carlos Berzosa. Así, censuró los ataques a Berzosa por ceder el auditorio e indicó que no comparte la opinión de los que dicen que a la universidad se va a estudiar. “Allí se va a pensar, estudiar y opinar”, sentenció.
"Fui para recordar a esa gente que lo pasó muy mal y que merece la pena que se repare su memoria”, dijo Zarrías para añadir que esa gente “nunca ha perdido la dignidad, ni en el exilio, ni en las cunetas ni en las tapias de los cementerios”. Además, afirmó que los españoles no entienden que Falange, aunque ya no es parte en la causa, “siente a un juez por investigar precisamente a la Falange”.