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Zaplana resume los éxitos diplomáticos del PSOE: Llamar "asesino" a Bush, "gilipollas" a Blair y "fracasada" a Merkel

La mayor parte de los líderes europeos ya han felicitado a la nueva canciller alemana Angela Merkel, mientras que desde el Gobierno español aún no se ha llamado a la líder de la CDU. Preguntado por el posible malestar de Merkel con Zapatero por llamarla fracasada, el secretario de Exteriores dice que el jefe del Ejecutivo se "limitó" a elogiar los resultados de Schroeder. Eduardo Zaplana lamenta que gracias a la política exterior del PSOE ahora el único "amigo íntimo" de España sea Marruecos.

(Libertad Digital) El presidente francés, Jacques Chirac, felicitó el lunes a la futura canciller alemana, Angela Merkel, y se mostró convencido de que los lazos entre Francia y Alemania se reforzarán "aún más". En su llamada telefónica a la democristiana Merkel para felicitarla, Chirac se declaró "convencido de que se reforzará aún más la tradición de una relación fraterna y solidaria" entre los dos gobiernos y los dos pueblos "al servicio de Europa". El presidente, que invitó a Merkel a visitar París en cuanto sea posible, hizo "votos" por su éxito, el futuro gobierno y el pueblo alemán.
 
También el lunes, el primer ministro británico, Tony Blair, felicitó a la jefa de la Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana. "El primer ministro felicita a Angela Merkel por su ascenso (a la Cancillería) y espera hablar con ella esta tarde", afirmó escuetamente el portavoz oficial del jefe del Gobierno británico. A esta hora, el presidente Gobierno español no ha felicitado a Merkel –Moncloa no informa de ello–, aunque de Exteriores se ha intentado matizar las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero cuando se alegró del "fracaso" de Merkel en las elecciones alemanas.
 
"Lo que hizo el presidente fue subrayar el hecho evidente de que Schroeder y el SPD obtuvieron un resultado muy bueno, prácticamente un punto por debajo del partido de Merkel y a eso se limitó el presidente", ha dicho el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, en declaraciones a Tele5 recogidas por Europa Press. León subrayó que las relaciones de España con Alemania son uno de los "ejes fundamentales" de la política exterior española al ser un "país vital en lo político, económico y todos los ámbitos de nuestras relaciones exteriores". Por ello, se mostró convencido de que con Merkel al frente del Ejecutivo alemán seguirá la misma tónica "sin ninguna duda".
 
No es de la misma opinión el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, que ha denunciado que Rodríguez Zapatero está "batiendo records" en política exterior y recordó que varios miembros del Gabinete han insultado a los mandatarios de tres países "importantes" como son Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. En concreto, recordó que el Ejecutivo ha llamado "asesino" a George W. Bush, "gilipollas" a Tony Blair y "fracasada" a Angela Merkel. Conviene recordar las manifestaciones convocadas por el PSOE el que se portaban carteles llamando asesino a George Bush y el insulto de José Bono al primer ministro británico que captó un indiscreto micrófono.
 

En una rueda de prensa en la Cámara Baja, el dirigente popular incluyó estos insultos en el paquete de "errores importantísimos" que, a su juicio, ha cometido Zapatero en sus relaciones con otros países. En este sentido, Zaplana denunció que en la actualidad los "amigos" de España son Cuba y Venezuela y que, como "amigo íntimo" tenemos a Marruecos.

Llamamiento desde Túnez a que todos los países se retiren de Irak

La mala relación con EEUU ha marcado los casi dos años de política exterior de Zapatero. Aún no ha mantenido un encuentro bilateral con la principal potencia mundial, es más, en Moncloa se sigue esperando que George W. Bush responda a la llamada que Zapatero le hizo para felicitarle por su victoria electoral, hace ahora un año. Precisamente durante la campaña electoral norteamericana, tanto Zapatero como otros miembros de su Gobierno, apostaron decididamente por el candidato demócrata Kerry, dando por segura su victoria.  
 
Zapatero no sólo retiró las tropas de Irak de manera apresurada e incumpliendo su compromiso de esperar a que la ONU se pronunciase sobre la presencia aliada en el país. Meses después, en septiembre de 2004,  pidió desde Túnez a todos los países que retiraran sus tropas de Irak con estas palabras: "Con respecto a todos los países que están allí (en Irak), si hubiera más decisiones en la línea del Gobierno español (la retirada de tropas) se abriría una expectativa más favorable". En la misma rueda de prensa dijo que veía con "profunda preocupación" la situación en Irak y dijo que los países que mantenían sus tropas allí seguían "un camino profundamente equivocado".
 
Con estos antecedentes, se entiende que hasta el momento la relación de Zapatero con el presidente de EEUU, se limite a un escueto diálogo en los pasillos, durante una cumbre de la UE con EEUU. Bush le decía a Zapatero “hola, ¿que tal amigo?” y el presidente del Gobierno respondía “bien, ¿y tú?”.
 
Cansado para ir a Polonia
 
Otro episodio destacable dentro de la política exterior desarrollada por el presidente del Gobierno fue el plantón a Polonia al suspender su vista a este país alegando que estaba "algo cansado".
 
Zapatero comparecía el 13 de diciembre de 2004 en la comisión del 11-M, y al día siguiente debía viajar a Polonia, para realizar una visita oficial programada desde meses atrás, y con una reunión con el primer ministro polaco, Marek Belka, prevista en la agenda acordada entre ambos Gobiernos. Al alargarse su comparecencia en la comisión del 11-M, que finalizó cerca de la media noche, Zapatero decidió suspender la visita oficial a Polonia tan solo unas horas antes del inicio previsto de la misma. El presidente del Gobierno se disculpó ante las autoridades polacas alegando que estaba "algo cansado". 
 
El Gobierno polaco dijo entender que el presidente español antepusiera "sus asuntos domésticos" a la política internacional, aunque a posteriori le pusieran más dificultades para acordar una nueva fecha para otra cumbre hispano-polaca. La prensa polca no fue tan benevolente con el Gobierno español, y consideró la actitud de Zapatero como un desplante impropio de las relaciones diplomáticas.

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