L D (EFE) En su intervención tras la comparecencia del ministro ante el pleno del Congreso para informar de las investigaciones sobre este siniestro, Eduardo Zaplana arremetió contra el PSOE por haber criticado, cuando ejercía la oposición, al Ministerio de Defensa, y por haber continuado, ya desde el Gobierno, con una estrategia encaminada a sembrar "dudas" y "odio" sobre la gestión del anterior Ejecutivo.
Además de defender al Gobierno de José María Aznar, que a su juicio "hizo todo lo posible por ayudar con rapidez a las familias" de los fallecidos y por esclarecer el accidente, Zaplana recordó que el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, pidió perdón por los errores "involuntarios" en la identificación de los cadáveres.
El portavoz se mostró muy molesto porque los socialistas hayan afirmado en relación a este caso que las responsabilidades políticas "no las borra el tiempo ni la salida del Gobierno" y comparó la actitud mantenida por el actual Ejecutivo con lo que hizo el PP cuando accedió al poder en 1996 respecto a la trama de los GAL. Zaplana recordó que entonces eran "muchos los españoles que reclamaban justicia" y que se investigara "con todas las consecuencias" algo que "no era un error", sino "una monstruosidad", y sin embargo el PP no lo hizo pese a que los asesinatos de los GAL eran "crímenes de Estado", proclamó.
Todavía volvió a referirse a los GAL en otro momento de su alocución, en este caso para preguntarse qué ocurriría si –como hizo Bono en su explicación del último viaje del Yak-42– él contara ante la Cámara todos los detalles de los secuestros atribuidos a los GAL.
Eduardo Zaplana lanzó más preguntas durante su argumentación, para plantear si alguien podía afirmar que en "ninguno" de los accidentes ocurridos anteriormente en España hubo ningún "lamentable error o equivocación", y en particular en los ocurridos en Castilla-La Mancha, comunidad que Bono presidió durante 21 años. Llegó incluso a cuestionar a los diputados sobre si estaban dispuestos "a que se exhumen los cadáveres" de las víctimas de los muchos accidentes precedentes "para comprobar si corresponden efectivamente a las personas cuya identidad se les asignó".
Dentro de su alocución, Eduardo Zaplana reprochó a José Bono que sólo expusiera ante el Congreso "una parte de la verdad" sobre las investigaciones, ocultando otra. Para demostrarlo, exhibió varios documentos –copias de los que se llevó del Estado Mayor de la Defensa– en los que se consideraba el Yakolev-42 el tercer tipo de avión más seguro, así como un certificado del Estado Mayor de la Armada donde se constaba la ausencia de quejas sobre la seguridad de los vuelos en los que viajaba personal de este Ejército.
Zaplana describió la actuación del PSOE sobre este aspecto como un comportamiento que "además de irresponsable no fue decente" e "insólito en una democracia avanzada" porque ha utilizado el "dolor y el desasosiego de las familias" para "explotar la tragedia" y "sembrar ira y odio" contra el anterior Gobierno. El portavoz del PP llegó a reconocer que el debate sobre el accidente del Yakolev-42 era "lamentable", sobre todo "cuando el dolor de las víctimas nos contempla", pero afirmó que los socialistas "no nos dejan otra opción".
Además de defender al Gobierno de José María Aznar, que a su juicio "hizo todo lo posible por ayudar con rapidez a las familias" de los fallecidos y por esclarecer el accidente, Zaplana recordó que el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, pidió perdón por los errores "involuntarios" en la identificación de los cadáveres.
El portavoz se mostró muy molesto porque los socialistas hayan afirmado en relación a este caso que las responsabilidades políticas "no las borra el tiempo ni la salida del Gobierno" y comparó la actitud mantenida por el actual Ejecutivo con lo que hizo el PP cuando accedió al poder en 1996 respecto a la trama de los GAL. Zaplana recordó que entonces eran "muchos los españoles que reclamaban justicia" y que se investigara "con todas las consecuencias" algo que "no era un error", sino "una monstruosidad", y sin embargo el PP no lo hizo pese a que los asesinatos de los GAL eran "crímenes de Estado", proclamó.
Todavía volvió a referirse a los GAL en otro momento de su alocución, en este caso para preguntarse qué ocurriría si –como hizo Bono en su explicación del último viaje del Yak-42– él contara ante la Cámara todos los detalles de los secuestros atribuidos a los GAL.
Eduardo Zaplana lanzó más preguntas durante su argumentación, para plantear si alguien podía afirmar que en "ninguno" de los accidentes ocurridos anteriormente en España hubo ningún "lamentable error o equivocación", y en particular en los ocurridos en Castilla-La Mancha, comunidad que Bono presidió durante 21 años. Llegó incluso a cuestionar a los diputados sobre si estaban dispuestos "a que se exhumen los cadáveres" de las víctimas de los muchos accidentes precedentes "para comprobar si corresponden efectivamente a las personas cuya identidad se les asignó".
Dentro de su alocución, Eduardo Zaplana reprochó a José Bono que sólo expusiera ante el Congreso "una parte de la verdad" sobre las investigaciones, ocultando otra. Para demostrarlo, exhibió varios documentos –copias de los que se llevó del Estado Mayor de la Defensa– en los que se consideraba el Yakolev-42 el tercer tipo de avión más seguro, así como un certificado del Estado Mayor de la Armada donde se constaba la ausencia de quejas sobre la seguridad de los vuelos en los que viajaba personal de este Ejército.
Zaplana describió la actuación del PSOE sobre este aspecto como un comportamiento que "además de irresponsable no fue decente" e "insólito en una democracia avanzada" porque ha utilizado el "dolor y el desasosiego de las familias" para "explotar la tragedia" y "sembrar ira y odio" contra el anterior Gobierno. El portavoz del PP llegó a reconocer que el debate sobre el accidente del Yakolev-42 era "lamentable", sobre todo "cuando el dolor de las víctimas nos contempla", pero afirmó que los socialistas "no nos dejan otra opción".