(Libertad Digital) El Partido Popular considera que el hecho de que el testigo Francisco Javier Lavandera, el mismo que en 2001 avisó de que se preparaba un atentado con bombas accionadas por teléfono móvil, haya recibido en su domicilio fotografías de la autopsia de su esposa, fallecida en Gijón en diciembre, pone de manifiesto el "oscurantismo" que a su juicio rodea la investigación de los atentados del 11-M y por ello cree que el Ministerio del Interior debería explicar quién y por qué se envío esas fotos al testigo que denunció los planes asesinos de Suárez Trashorras y Toro Castro.
En la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso, el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, calificó de "tremendamente macabro" este suceso y lamentó que "no se profunde" en ello ni se dé ninguna explicación. "Es inaudito que en una democracia española se dé la callada por respuesta", recalcó. El dirigente popular denunció que todo lo que está relacionado con el 11-M tenga "un oscurantismo impropio de la democracia española" y aseguró que episodios como el envío de fotos a Lavandera habrían provocado "revuelo" en cualquier otro país. En cambio en España, dijo, no se quiere "saber nada" del 11-M y se afirma que la sociedad quiere "pasar página".
En este contexto, Zaplana censuró que el ministro del Interior, José Antonio Alonso, no saliera a ofrecer explicaciones para aclarar quién ha mandado las fotos a Lavandera y "qué intereses persiguen".