(Libertad Digital) En la conferencia de prensa posterior a la reunión de la Junta de Portavoces de la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, condenó el atentado perpetrado en la subestación eléctrica inactiva de Añón de Moncayo (Zaragoza). Lamentó que a "a algunos les cueste" expresar públicamente la condena ante actos de este tipo "en los últimos tiempos" y que, incluso, buscan justificaciones a los actos terroristas y se esmeran en valorar las intenciones de sus autores. "Quieren graduar el acto de terrorismo y me parece una enorme equivocación", añadió.
Al ser preguntado si con sus críticas por la falta de condena del atentado del pasado sábado en Avila y del de Zaragoza se refería explícitamente al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, Zaplana lo certificó aclarando que sus palabras no deben entenderse como una crítica porque, a lo mejor, no ha tenido oportunidad antes de hablar en una comparecencia pública. "Pero las oportunidades, cuando se quiere, se buscan, y, si no, se redacta un comunicado", añadió el portavoz del grupo popular, que dijo que "la presión contra los terroristas siempre ha existido" y señaló que "es una evidencia" que esa presión "ha decaído en los últimos tiempos".
Zaplana destacó la coincidencia de los últimos atentados de ETA con el hecho de que se esté "en la semana del Estatuto" (de Cataluña). "Y en la semana del Estatuto, ETA quiere estar muy presente", añadió el dirigente del PP, que consideró que la banda terrorista manda "recados y avisos", sólo desea "la independencia" y, para lograrla, no tiene otro instrumento más que el terror. A su juicio, no saber eso es engañarse –"no sé si voluntaria o involuntariamente"– y reiteró la crítica de que ETA "estaba contra las cuerdas" y el Gobierno le ha dado "un balón de oxígeno".
Las palabras de Zaplana fueron contestadas por los portavoces de las formaciones catalanas. Así, el secretario general de CiU y su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, tachó tal declaración de "superflua", "innecesaria" y carente de sentido, a la vez que acusó al portavoz popular de querer "llevar el agua a su molino de una forma estrambótica". En la misma línea, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, dijo confiar en que las palabras de Zaplana hayan sido un "lapsus", pues considera que, de no rectificar, mostraría una "actitud enfermiza". Desde el PSOE, Diego López Garrido, secretario general del Grupo Socialista no quiso abundar en la polémica y se limitó a señalar que ETA "sigue siendo una banda terrorista peligrosísima" que "actúa cuando puede", por lo que aconsejó al PP que, en vez de criticar al Gobierno, se ocupe de recomponer la unidad de las fuerzas democráticas.
Al ser preguntado si con sus críticas por la falta de condena del atentado del pasado sábado en Avila y del de Zaragoza se refería explícitamente al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, Zaplana lo certificó aclarando que sus palabras no deben entenderse como una crítica porque, a lo mejor, no ha tenido oportunidad antes de hablar en una comparecencia pública. "Pero las oportunidades, cuando se quiere, se buscan, y, si no, se redacta un comunicado", añadió el portavoz del grupo popular, que dijo que "la presión contra los terroristas siempre ha existido" y señaló que "es una evidencia" que esa presión "ha decaído en los últimos tiempos".
Zaplana destacó la coincidencia de los últimos atentados de ETA con el hecho de que se esté "en la semana del Estatuto" (de Cataluña). "Y en la semana del Estatuto, ETA quiere estar muy presente", añadió el dirigente del PP, que consideró que la banda terrorista manda "recados y avisos", sólo desea "la independencia" y, para lograrla, no tiene otro instrumento más que el terror. A su juicio, no saber eso es engañarse –"no sé si voluntaria o involuntariamente"– y reiteró la crítica de que ETA "estaba contra las cuerdas" y el Gobierno le ha dado "un balón de oxígeno".
Las palabras de Zaplana fueron contestadas por los portavoces de las formaciones catalanas. Así, el secretario general de CiU y su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, tachó tal declaración de "superflua", "innecesaria" y carente de sentido, a la vez que acusó al portavoz popular de querer "llevar el agua a su molino de una forma estrambótica". En la misma línea, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, dijo confiar en que las palabras de Zaplana hayan sido un "lapsus", pues considera que, de no rectificar, mostraría una "actitud enfermiza". Desde el PSOE, Diego López Garrido, secretario general del Grupo Socialista no quiso abundar en la polémica y se limitó a señalar que ETA "sigue siendo una banda terrorista peligrosísima" que "actúa cuando puede", por lo que aconsejó al PP que, en vez de criticar al Gobierno, se ocupe de recomponer la unidad de las fuerzas democráticas.