José Luis Rodríguez Zapatero inició su discurso en Elche, en principio de marcado signo económico, con una mención a las detenciones de etarras esta semana, vendidas por Rubalcaba como un golpe más importante que el arresto de "Txeroki".
El jefe del Ejecutivo empezó por valorar esta operación, "un golpe determinante a ETA en su declive final" para que se pueda "ver cuanto antes el fin de la violencia" y recalcando que ha sido "fruto de la tenacidad y del esfuerzo de mucha gente durante mucho tiempo", fundamentalmente de la Policía y la Guardia Civil y, de la cooperación con Francia y "del empeño, la voluntad y la decisión de fuerzas políticas y del Gobierno".
Zapatero indicó que, durante la pasada legislatura, en "momentos graves de la lucha contra ETA", los "compañeros" le daban "ánimos" y añadió que "la tenacidad, el empeño, una senda clara y un rumbo definido y determinado" está llevando a "logros como ver cada día más cerca el fin de ETA". "Es lo que merecen España y también quienes lo han sufrido más directamente", añadió.