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Zapatero se suma a la exclusión del PP en Cataluña y pide silencio a los dirigentes fuera del PSOE

Hasta en una docena de ocasiones el secretario general del PSOE ha dado "ánimos" al Comité Federal. Además, Zapatero ha apoyado a Maragall para que pacte con ERC e ICV aclarando que no lo hace "por fidelidad a un candidato". Por si acaso, lanzó la consigna: "si alguien tiene algo que decir, que lo diga aquí". Para terminar, se sumó a la exclusión del PP catalán tachándolo de "irrelevante" pese a defender que en democracia, "cada ciudadano es un voto". Maragall ya ha respondido al aval del líder diciendo entre elogios que le ve en La Moncloa.

(Libertad Digital) El ambiente en la sede madrileña del PSOE, en la calle Ferraz, no era el más alegre. Por ello, José Luis Rodríguez comenzó su discurso con un mensaje para devolver la esperanza a sus compañeros de partido después de los últimos fracasos electorales en Madrid y Cataluña.
 
"Nada de desánimos. He venido aquí a animaros y seguro que saldréis animados y directos a ganar" en 2004, apostilló Rodríguez Zapatero ante el Comité Federal, máximo órgano de dirección entre congresos, en el que además invitó a todos los dirigentes socialistas a "hablar alto y fuerte" hasta las elecciones y tras ellas a "llevar la política de este país por otro rumbo", según informa EFE. En un advertencia a los líderes del PSOE que han mostrado sus discrepancias en los últimos días, Zapatero pidió a los presentes en el Comité que "si alguien tiene algo que decir, que lo diga aquí, pero cuando salgamos quiero a todos los miembros del partido cantándole las del barquero a la derecha". La consigna no es nueva y dirigentes como Nicolás Redondo Terreros y Cristina Alberdi ya han sufrido las consecuencias de hablar en público sin consultar.

El líder socialista se refirió a las elecciones catalanas para defender un gobierno de "progreso" presidido por Pasqual Maragall y en coalición con ERC e ICV. Según su opinión, cuando es la oposición la que tiene oportunidad de pactar con nacionalistas en el gobierno, el PP habla de "antipatriotismo", unas reglas de juego que, según dijo, no va a aceptar. "No voy a ser yo quien dé la satisfacción a Piqué, Rajoy y Aznar, que lo que quieren es que presida Artur Mas. No es orgullo, es una cuestión de dignidad democrática", añadió. Lo relevante es que Zapatero interpretó como un avance de las fuerzas progresistas la suma ERC-PSC-ICV a la que sólo ha contribuido el partido de Carod Rovira, defensor de la independencia y de un Estado de libre asociación como el que pretende Ibarretxe.

Los votantes del PP no son iguales que el resto

Para el líder de la oposición, en democracia cada persona vale un voto y en Cataluña "sacamos más votos que nadie". Obviamente, eludió referirse a la traducción de esos votos en escaños, ya que según el sistema electoral vigente su partido fue derrotado en las urnas por CiU. Pero la premisa democrática de Zapatero duró poco. Según él "el PP es irrelevante y está en el rincón de la política en Cataluña". De hecho, "está viéndolas venir". No aplicó esa regla, por ejemplo, para los votantes de ICV a la que sí considera relevante porque sin ella, a Maragall no le sirven los pactos.

Ante la atenta mirada de José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el secretario general del PSOE se preguntó si los dirigentes socialistas están "desanimados" porque la derecha "va a criticar nuestro patriotismo por apoyar a Maragall para que llegue a ser presidente". Y en este punto, dedicó también duras acusaciones contra el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy a quien acusó de ir a Cataluña "a mendigar a cinco empresarios para que la orientación del ejecutivo catalán sea de una u otra manera". Una vez más, el líder del PSOE interpreta unas elecciones en clave de victoria para poder seguir apostando por marzo de 2004.

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