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Zapatero relativiza el "no preventivo a todo" del PP y augura que se sumará al diálogo con Batasuna-ETA

El simulacro de conciliación ha dejado paso, de nuevo, a los ataques al PP. Después de José Antonio Pastor, portavoz del PSE en el Parlamento vasco, que se declara "asqueado" de un PP que representa "lo peor de la sociedad", ahora es el presidente del Gobierno quien carga contra el "no preventivo a todo" y los "problemas de identidad del PP", a los que achaca los obstáculos de su "proceso de paz" con ETA. En El Periódico de Cataluña, Zapatero reaparece tras dos días de aturdimiento y humildad por las críticas a su anuncio de que el PSE se sentará con la organización terrorista Batasuna-ETA y carga, de nuevo,  contra los populares por oponerse a ese fraude flagrante al Pacto Antiterrorista.

(Libertad Digital) En una entrevista concedida a El Periodico de Catalunya, el presidente de Gobierno ha enfatizado que el diálogo político sobre la situación generada en el País Vasco tras el alto el fuego de la banda terrorista "siempre está abierto" pero matizó que "no con ETA".  En este sentido, el presidente explicó que "la negociación con ETA se centrará "exclusivamente" en la desaparición de la violencia, mientras que incidió en que la mejor "mesa para la política" son los Parlamentos.
 
"La política tiene su ámbito institucional y sus interlocutores que son los partidos reconocidos legalmente y que aceptan las reglas del juego". La constatación del fin de la violencia, explicó el socialista, pasará por que "los que la practican" manifiesten su voluntad de dejar de hacerlo. Para lograrlo, el presidente del Gobierno no "barrunta" la necesidad de hacer reformas legislativas y consideró "absurdo" hablar de medidas de inserción. Al respecto,  instó a la sociedad a contribuir "con mucha calma, con mucha responsabilidad y con mucha sensibilidad" a lograr terminar con el terrorismo.
 
En este sentido, respecto a una de las reivindicaciones históricas de ETA como es la autodeterminación, Zapatero hizo hincapié en que los vascos, al igual que los catalanes, "decidirán su futuro dentro de la legalidad, que es la única manera de decidir". "La democracia se basa en dos pilares: la voluntad del pueblo y las reglas, la legalidad. Ninguna se antepone a la otra. Por supuesto que, si el proceso político evoluciona, en el futuro los ciudadanos vascos decidirán, pero siempre dentro de la legalidad. Eso es elemental, es básico", precisó.
 
No obstante, concretó que a una sociedad plural como la vasca "no se la puede exponer a un choque de identidades, no se la puede obligar a contar si uno se siente de una manera u otra. Eso es un inmenso error. "Las identidades están para compartirse y acordarse. Se debe llegar a un acuerdo entre los partidos que refleje lo más posible lo que es Euskadi y su relación con España dentro delEstado. Lo otro es un camino radicalmente equivocado", dijo.
 
Aclaró, además, que los socialistas estarían dispuestos a una "negociación política" con una Batasuna-ETA legalizada pero destacó que los pactos con la izquierda abertzale, "de momento, serán difíciles". "Si la izquierda aberzale está dispuesta a dar el paso que tanta gente le reclama y empieza a tener capacidad de diálogo, será un buen camino para avanzar en la mejora de la convivencia social que Euskadi tanto necesita".
 
El presidente también se refirió a las advertencias vertidas por miembros de Batasuna-ETA en las que relacionaban una posible encarcelación de miembros de la formación con una crisis en el proceso de paz para afirmar que "rechaza" estas amenazas, que le "parecen absurdas". "El proceso de paz trasciende la decisión de cualquier órgano judicial, que no pueden determinarlo ni condicionarlo", enfatizó.
 
Sobre el inicio de conversaciones entre el PSE-EE y la ilegalizada Batasuna, Zapatero defendió que es un "gesto que no solo hay que respetar" sino que, además, "será positivo si, lógicamente, tieneresultados favorables".
 
No obstante, el presidente del Ejecutivo recordó que los representantes de la formación ilegalizada "deben rechazar la violencia y aceptar las reglas del juego democrático, donde libremente podrán defender todas las ideas que quieran".
 
En cuanto a las amenazas de ruptura con el Gobierno por parte del PP si se producen estas conversaciones, Zapatero señaló que "la responsabilidad de acabar con la violencia" es algo que "trasciende a un partido, a un momento político e incluso a las próximas elecciones". "Ni el PP ni ningún partido tendría que poner trabas al inicio de un diálogo encaminado al fin de la violencia. Haré cuanto esté en mi mano para aclarar a Rajoy lo que estime por conveniente", indicó.
 
En este sentido, consideró que la recuperación de la convivencia en el País Vasco pasa por lograr "una mayoría amplia, que refleje la pluralidad: la identidad más cercana a lo que representa el nacionalismo y la que está más cercana a un autonomismo avanzado".
 
"Una mayoría que cruce los espectros ideológicos, y no digo transversal porque me suena muy mal. Una mayoría que atraviese. Y si atraviesa, une, como el hilo que es capaz de coser. Si sólo llega hasta la mitad, rompe, divide y separa", señaló en referencia al PP.
 
En todo este proceso, el previdente aventuró que el PP "seguramente estará en el 'no' preventivo" a todo pero matizó que "con el tiempo, si las cosas van bien" los populares irán "aceptando el acuerdo". "Esta es una etapa con serios problemas de identidad para el PP. Pero se irá despejando", concluyó.

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