(Libertad Digital) Tras un encuentro con los representantes de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo y de la Plataforma O,7, José Luis Rodríguez Zapatero explicó que su propósito es elevar de manera escalonada el porcentaje de ayuda al Tercer Mundo, actualmente en el 0,25 por ciento del PIB, y destinar un 0,36 en 2006, un 0,5 en 2008, para alcanzar el 0,7 por ciento reclamado por las organizaciones en una eventual segunda legislatura de gobierno, según informa EFE.
El secretario general del PSOE pretende reconocer "la máxima categoría y rango político" a la cooperación, motivo por el que cambiaría la denominación del departamento de Exteriores. Zapatero dijo que quiere que España sea reconocida internacionalmente "no por abanderar guerras ilegales e inmorales, sino por liderar la ayuda al desarrollo".
Además, quiere que España sea reconocida internacionalmente "no por abanderar guerras ilegales e inmorales, sino por liderar la ayuda al desarrollo", según informa la agencia EFE.
La intención de esta medida es que el dinero que España destine a la cooperación sea utilizado para luchar contra la pobreza, el hambre y para ayudar a la puesta en marcha de servicios básicos, "y no para políticas que tienen más que ver con lo comercial", subrayó el líder socialista. Zapatero se comprometió también a celebrar anualmente una cumbre sobre Cooperación para propiciar un debate conjunto entre Gobierno central, Comunidades Autónomas, Corporaciones Locales, organizaciones sindicales y empresariales y Universidades "como instancias determinantes tanto por el número de cooperantes como por su importancia en el ámbito de la investigación".
El líder del PSOE entiende que la cooperación y el desarrollo "son un elemento clave para un mundo globalizado y con justicia" y se trata de un problema no sólo político, sino de convicciones éticas y morales de aquellos países que hayan alcanzado un determinado grado de bienestar. Así, recordó que mil millones de personas viven con menos de un euro al día, y una de cada cuatro no tienen acceso a agua potable, motivo por el que hay cuatro veces más de muertes que por conflictos violentos.