Una cosa es lo que se dice en privado y otra, muy distinta, lo que se dice en público. El enfado del Gobierno con Angela Merkel por no descartar tajantemente un plan de rescate europeo para España sólo se reconoce en el primero de los ámbitos citados. “Yo no voy a hacer de garante de las palabras de Merkel, aunque ella lo ha desmentido. Ha habido meteduras de pata por parte de algunos”, dicen fuentes gubernamentales, informa Ketty Garat.
En Bruselas, los representantes del Gobierno español también están muy descontentos con la actitud germana. Ésta es la versión que baraja Moncloa:
En su opinión, el Ejecutivo de Merkel no está apoyando lo suficiente a la deuda española porque busca aprovecharse de forma indirecta de los problemas de España. Según estas mismas fuentes, a los alemanes no les importa demasiado la pérdida de credibilidad de la deuda española porque esto hace que se refuerce el papel del bund alemán como activo de reserva.
Así, el diferencial entre una y otra deuda está creciendo no sólo por el aumento del coste de la hispana, sino también por la caída de la alemana. Es decir, que al Tesoro germano le cuesta cada vez menos financiarse y por eso no le importa propagar los rumores o, al menos, no hace nada para detenerlos.
Además, habría una segunda derivada que tampoco importa demasiado al Gobierno alemán. Si el Estado español tiene que pagar más por su deuda, los tenedores de la misma recibirán más dividendos. Y los bancos alemanes tienen bastantes bonos y letras hispanos.
Eso sí, todo esto funcionará a no ser que España necesite un rescate que tenga que ser pagado por los contribuyentes alemanes. Al parecer, el equipo económico de Merkel está convencido de que esto no sucederá, por lo que no les importa tensar algo más la cuerda. En el centro de la diana del Gobierno español está el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble.
El deseado encuentro con Merkel
Merkel y Zapatero han coincidido este jueves en la cumbre de los 27 jefes de Estado o de Gobierno de la UE, en la última reunión del Consejo que preside el presidente. No hay confirmación de un encuentro bilateral, pero Moncloa no descartaba una conversación informal. “En este caso tendría que acercarse ella, pero lo normal es que hablen para zanjar los rumores. No es de descartar que aborden el asunto”, explica un alto cargo.
Sin embargo, el miércoles, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, rechazaba tajante que Alemania haya contribuido a los rumores sobre la solvencia de las finanzas españolas. “Alemania es un país amigo, socio y responsable, y su relación con España es muy buena”. La número dos del Ejecutivo aseguraba que el Gobierno de Angela Merkel nunca emitiría "un rumor que pudiera dañar al euro", y aseguró que el Ejecutivo español "en ningún momento" ha pensado en esta idea.
Preguntada por Libertad Digital sobre por qué los rumores se ceban con nuestro país, De la Vega señalaba que estas especulaciones “a veces se han producido sobre España y otras veces sobre otros países”, y que son habituales pues "forman parte de la situación de inestabilidad que hay en la Zona Euro".
Enfado gubernamental
Las mismas fuentes gubernamentales también muestran su irritación porque los rumores son “infundados y rotundamente falsos”. “Se está llegando al paroxismo de la rumorología. El rumor resulta ser más rentable. Es inaudito”, explican indignados. Y añaden: “Está absolutamente desmentido por todas partes. No se sostiene y no tengo nada más que decir”, dice en referencia al supuesto plan de rescate a España.
Indican que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha enviado incluso una carta al Consejo Europeo explicando cuál es la situación de la economía española. Y constatan que Bruselas sabe que España no ha de tomar más medidas sino incluirlas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, porque es un “órgano burocrático” y necesitan verlo negro sobre blanco y su traducción en el PIB.