L D (EFE) Rodríguez Zapatero hizo estas manifestaciones en el acto de presentación de las candidatas del PSOE a las próximas elecciones municipales y autonómicas del 25 de mayo, en un discurso en el que dijo que España necesita no un Gobierno de "hierro, que divida" y contribuya a la "crispación ", sino uno que "escuche y dialogue". "Quien tiene alergia a la expresión de la gente, a que ésta salga a la calle y defienda sus derechos, a que exprese sus principios y transmita sus sensibilidades, es que sólo le interesa de la democracia el poder y no la libertad de la gente", dijo refiriéndose al Partido Popular.
Por eso, dijo, "quiero dirigirme a tantos y tantos ciudadanos que tuvieron confianza en el PP, que pensaron que podían votar una acción moderada y que están decepcionados", y a ellos "quiero pedirles el voto, no para que castiguen al PP, sino para que confíen en una nueva etapa de moderación, progreso y de cohesión de España". Zapatero comenzó su discurso con palabras de afecto a las víctimas iraquíes y asegurando que su partido va a estar "hasta el último momento pidiendo el fin" del conflicto y, una vez terminado, prosiguió, los socialistas seguirán trabajando para pedir a George W. Bush que "no extienda guerras por el mundo, porque no las queremos".
Tras insistir en que debe ser la ONU el centro de diálogo y la autoridad competente para solucionar los problemas, "y no las bombas como quieren (Donald) Rumsfeld, (George) Bush y José María Aznar", exigió "dignidad y compasión" y la apertura de corredores humanitarios para facilitar la entrada de alimentos y agua en la zona en conflicto, a fin de asistir a las víctimas civiles. Otra de las cuestiones por las que seguirá trabajado el PSOE, explicó, es porque la bandera española no vuelva a estar en actos como el de las Azores y porque "dentro de muy poco vuelva a haber en España un Gobierno" socialista, "cercano a la gente y a sus problemas".
El líder del PSOE lamentó que, justo este año, en el que se conmemora el 25 aniversario de la Constitución, Aznar "nos haya metido en una guerra y nos haga aparecer como un país beligerante", para reivindicar el 25 de mayo –fecha de las próximas elecciones municipales y autonómicas– como una fecha para recuperar el mejor espíritu y valores constitucionales, que es a lo que se dedicará su partido. En este sentido, dijo estar extrañado al escuchar a Aznar hablar de "complots" y a otros dirigentes de que "hay riesgo para la unidad del país", pero "yo le digo –a Aznar– que esté tranquilo y sereno porque la sociedad está unida y sabe qué futuro quiere para España".
En los últimos minutos de su discurso, Rodríguez Zapatero dedicó unas palabras para hablar de los derechos de la mujer y del trabajo de las feministas y reiteró su compromiso de que la primera ley que sacará adelante cuando gobierne será una norma integral de lucha contra la violencia de género. Tras defender que la inclusión de más mujeres en las listas hace al PSOE más socialista y más moderno, reivindicó los valores de los jóvenes, que "son nuestros", y la ética para hacer política. En este acto participaron muchas mujeres, entre ellas la secretaria de Igualdad, Micaela Navarro, quien criticó que lo que llaman "daños colaterales tenga siempre cara de mujer".
Por eso, dijo, "quiero dirigirme a tantos y tantos ciudadanos que tuvieron confianza en el PP, que pensaron que podían votar una acción moderada y que están decepcionados", y a ellos "quiero pedirles el voto, no para que castiguen al PP, sino para que confíen en una nueva etapa de moderación, progreso y de cohesión de España". Zapatero comenzó su discurso con palabras de afecto a las víctimas iraquíes y asegurando que su partido va a estar "hasta el último momento pidiendo el fin" del conflicto y, una vez terminado, prosiguió, los socialistas seguirán trabajando para pedir a George W. Bush que "no extienda guerras por el mundo, porque no las queremos".
Tras insistir en que debe ser la ONU el centro de diálogo y la autoridad competente para solucionar los problemas, "y no las bombas como quieren (Donald) Rumsfeld, (George) Bush y José María Aznar", exigió "dignidad y compasión" y la apertura de corredores humanitarios para facilitar la entrada de alimentos y agua en la zona en conflicto, a fin de asistir a las víctimas civiles. Otra de las cuestiones por las que seguirá trabajado el PSOE, explicó, es porque la bandera española no vuelva a estar en actos como el de las Azores y porque "dentro de muy poco vuelva a haber en España un Gobierno" socialista, "cercano a la gente y a sus problemas".
El líder del PSOE lamentó que, justo este año, en el que se conmemora el 25 aniversario de la Constitución, Aznar "nos haya metido en una guerra y nos haga aparecer como un país beligerante", para reivindicar el 25 de mayo –fecha de las próximas elecciones municipales y autonómicas– como una fecha para recuperar el mejor espíritu y valores constitucionales, que es a lo que se dedicará su partido. En este sentido, dijo estar extrañado al escuchar a Aznar hablar de "complots" y a otros dirigentes de que "hay riesgo para la unidad del país", pero "yo le digo –a Aznar– que esté tranquilo y sereno porque la sociedad está unida y sabe qué futuro quiere para España".
En los últimos minutos de su discurso, Rodríguez Zapatero dedicó unas palabras para hablar de los derechos de la mujer y del trabajo de las feministas y reiteró su compromiso de que la primera ley que sacará adelante cuando gobierne será una norma integral de lucha contra la violencia de género. Tras defender que la inclusión de más mujeres en las listas hace al PSOE más socialista y más moderno, reivindicó los valores de los jóvenes, que "son nuestros", y la ética para hacer política. En este acto participaron muchas mujeres, entre ellas la secretaria de Igualdad, Micaela Navarro, quien criticó que lo que llaman "daños colaterales tenga siempre cara de mujer".