(Libertad Digital) Rodríguez Zapatero no reconoce errores en materia de política antiterrorista. Así lo ha aseverado en Valencia, donde ha espetado que no va a pedir disculpas "por haber buscado la paz y el final del terrorismo". El jefe del Ejecutivo ha obviado, eso sí, que el Gobierno siguió negociando con ETA tras el atentado de la T-4, que causó la muerte de dos ciudadanos.
El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno también ha centrado su discurso en cargar contra el Partido Popular. Concretamente, ha acusado a la formación de Mariano Rajoy de "mirar al pasado, mentir y hacer demagogia".
Rodríguez Zapatero ha utilizado la defensa del Rey don Juan Carlos ante Hugo Chavez para decir que él amparó al ex presidente del Gobierno pero "¿alguien se imagina a Rajoy o a Aznar defendiéndome a mí en alguna parte del mundo?". "Esa es la diferencia", ha asegurado.
El PP "de las catástrofes" y "el globo pinchado"
En su suma y sigue de ataques al PP también ha dicho que "han pinchado el globo" y que la "sarta de falsedades" con la que han querido meter miedo a los ciudadanos "les ha durado el mismo tiempo que el debate de Solbes y Pizarro: una hora y media".
Ante más de 20.000 simpatizantes -un aforo "histórico", según los organizadores- Zapatero se mostró convencido de que si el PP se ha dedicado durante esta legislatura a anunciar tantas catástrofes sobre la ruptura de España, la familia o sobre la economía es porque "a Rajoy Aznar le había prometido que iba a ser presidente, y resulta que los ciudadanos nos eligieron a nosotros".
"Y ahora, cuando hay que dar cuenta a la ciudadanía de lo que has hecho, llegan con la hoja de servicios en blanco, porque no se recordará en todo el periodo democrático una oposición como la de Rajoy, la más obstruccionista, menos leal y que no ha ayudado nunca en nada a los intereses generales", agregó.
Por el contrario, el jefe del Ejecutivo sostuvo que mientras él fue líder de la oposición pudo ir "con la cabeza alta por toda España diciendo que había apoyado a Aznar en la lucha antiterrorista con un cheque en blanco por mis convicciones, mis principios, mi ética y mi lealtad a España y a la libertad".
Zapatero aseguró que aunque sabe reconocer sus errores "no voy a pedir perdón" ni por promover la igualdad, porque las personas se puedan casar con quien quieran, por subir las pensiones o el salario mínimo, ayudar a los jóvenes y a las familias "ni por haber intentado la paz, el fin de la violencia; no voy a pedir disculpas porque era mi obligación como presidente del Gobierno".
El presidente señaló que el 9-M los ciudadanos tendrán que elegir entre dos proyectos y se mostró orgulloso del equipo con el que cuenta, con María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes a su lado, como lo ha demostrado ya -dijo- éste último en su debate con Manuel Pizarro. Así, sobre el número dos popular aseguró que "habrá tenido muy buenos sueldos e indemnizaciones, pero de economía y de lo que pasa en España, nada de nada".
Zapatero reclamó el voto de los ciudadanos para poder abundar en las medidas "de progreso" que emprendió su Gobierno hace cuatro años "gracias al apoyo de la gente", como aumentar la ayuda oficial al desarrollo, incrementar la renta per cápita, crear empleo, subir las pensiones y el salario mínimo, ayudar a las familias, jóvenes y autónomos, o aprobar las leyes de dependencia o igualdad.
Respecto a estas últimas, garantizó que no permitirá que ninguna comunidad autónoma "boicotee" el desarrollo de la ley de dependencia y que, si bien no puede prometer que todas las personas "tendrán éxito en su vida", se comprometió a "trabajar para que todas las personas tengan las mismas oportunidades para tener éxito", empezando por las mujeres.
El jefe del Gobierno acusó también al PP de ser el responsable de la "mayor estafa cometida a Valencia", el trasvase del Ebro, "que era mentira, ahora se les ha visto el plumero y todas sus intenciones". "Nadie se puede fiar de quien dice una cosa aquí y otra en Aragón, porque en el fondo lo que está es intentando engañar a unos y a otros, y esto es muy grave", dijo, ante los más de 20.000 simpatizantes que dejaron pequeño el aforo de la Plaza y aguantaron a pleno sol el acto.
"Y ahora, cuando hay que dar cuenta a la ciudadanía de lo que has hecho, llegan con la hoja de servicios en blanco, porque no se recordará en todo el periodo democrático una oposición como la de Rajoy, la más obstruccionista, menos leal y que no ha ayudado nunca en nada a los intereses generales", agregó.
Por el contrario, el jefe del Ejecutivo sostuvo que mientras él fue líder de la oposición pudo ir "con la cabeza alta por toda España diciendo que había apoyado a Aznar en la lucha antiterrorista con un cheque en blanco por mis convicciones, mis principios, mi ética y mi lealtad a España y a la libertad".
Zapatero aseguró que aunque sabe reconocer sus errores "no voy a pedir perdón" ni por promover la igualdad, porque las personas se puedan casar con quien quieran, por subir las pensiones o el salario mínimo, ayudar a los jóvenes y a las familias "ni por haber intentado la paz, el fin de la violencia; no voy a pedir disculpas porque era mi obligación como presidente del Gobierno".
El presidente señaló que el 9-M los ciudadanos tendrán que elegir entre dos proyectos y se mostró orgulloso del equipo con el que cuenta, con María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes a su lado, como lo ha demostrado ya -dijo- éste último en su debate con Manuel Pizarro. Así, sobre el número dos popular aseguró que "habrá tenido muy buenos sueldos e indemnizaciones, pero de economía y de lo que pasa en España, nada de nada".
Zapatero reclamó el voto de los ciudadanos para poder abundar en las medidas "de progreso" que emprendió su Gobierno hace cuatro años "gracias al apoyo de la gente", como aumentar la ayuda oficial al desarrollo, incrementar la renta per cápita, crear empleo, subir las pensiones y el salario mínimo, ayudar a las familias, jóvenes y autónomos, o aprobar las leyes de dependencia o igualdad.
Respecto a estas últimas, garantizó que no permitirá que ninguna comunidad autónoma "boicotee" el desarrollo de la ley de dependencia y que, si bien no puede prometer que todas las personas "tendrán éxito en su vida", se comprometió a "trabajar para que todas las personas tengan las mismas oportunidades para tener éxito", empezando por las mujeres.
El jefe del Gobierno acusó también al PP de ser el responsable de la "mayor estafa cometida a Valencia", el trasvase del Ebro, "que era mentira, ahora se les ha visto el plumero y todas sus intenciones". "Nadie se puede fiar de quien dice una cosa aquí y otra en Aragón, porque en el fondo lo que está es intentando engañar a unos y a otros, y esto es muy grave", dijo, ante los más de 20.000 simpatizantes que dejaron pequeño el aforo de la Plaza y aguantaron a pleno sol el acto.
Por otro lado, el presidente del Gobierno volvió a recurrir a las palabras del popular Miguel Arias Cañete sobre la inmigración y le espetó al dirigente del PP: "Yo no sé si hay camareros como los de antes, lo que sí hay son señoritos como los de antes".
Los comentarios de Arias Cañete sobre que "ya no hay camareros como los antes" y sobre el uso de la Seguridad Social por los inmigrantes se ha convertido ya en un clásico de los mítines de precampaña y campaña de Zapatero, y es uno de los recursos más jaleados por los simpatizantes. En la plaza de toros de Valencia, Zapatero pintó a los dirigentes populares como "señoritos como los de antes" a los que "les gusta la España del ordeno y mando". "Les gusta la España de antes y a mi me gusta la España de ahora, de la libertad, de la democracia, de la lucha contra el hambre y la pobreza".
El candidato socialista aseguró también que la seguridad social española atenderá a todos "vengan de donde vengan porque este es un país digno". E hizo uso también de la propuesta del PP de rebajar la edad penal a los 12 años para delitos graves. Igual que viene haciendo en los últimos mítines, acusó a los populares de ser "firmes con los débiles" y sumisos con los poderosos, mientras que él demostró firmeza sacando las tropas de Irak pese al rechazo de la primera potencia del mundo, otro argumento muy aplaudido en todos los mítines.