Las aseveraciones que hace el (por desgracia) Presidente Rodríguez son absolutamente falsas y sus propias actuaciones le desmienten.
Este señor:
• Jamás ha recibido a personajes del mundo del toreo, a pesar de sus reiteradas peticiones.
• Se han eliminados las corridas de toros de la programación de Radio Televisión Española.
• En numerosas ocasiones ha realizado declaraciones posicionándose, como anti taurino, en contra de las corridas de toros.
Al fin y al cabo, de nuevo su guiñol Montilla ha vuelto a ejecutar sus instrucciones. Ud. ya no puede ocultar su deseo de que el día de mañana España sea una república federal.
Si tanto respeta Ud. la libertad, podría haber también dado libertad de voto a los diputados en el tema del aborto, pero no, por qué en ese momento no le interesaba.
Es Ud. un sectario, un hipócrita, un falso y un mentiroso patológico
Si de verdad tienes como máxima preocupación el paro, dimite y vete. Pero como tu máxima preocupación es seguir destruyendo España, pues nada, tú a lo tuyo.
Que su principal preocupación es el paro no tiene que decirlo. Desde su llegada al poder el 11-M no ha hecho otra cosa que aumentarlo inusitadamente.
En cuanto a que es respetuoso con las competencias de las CC.AA. no puede mentir y tergiversar más, puesto que NO es competencia de ninguna comunidad legislar sobre la cultura de TODO un país, de todo el país del que forma parte, para más escarnio. La prohibición ilegalmente aprobada en el parlamento autonómico catalán carece de legitimidad y credibilidad, puesto que las razones esgrimidas no son aplicadas por igual al trato dispensado a otros animales en otras fiestas locales. La única razón que alimenta esta paletada legal es el profundo odio a España que destilan los paletos secesionistas de la política catalana, que no la mayoría del pueblo catalán. Y zETAp, colaborador del secesionismo y del terrorismo antiespañol, se muestra respetuoso, como si conociera el significado del respeto, con decisiones ilegítimas, sectarias e ilegales, siempre que sea su propio partido político o sus socios parlamentarios, quienes las promuevan. Faltaría más.
Todas estas acciones, merecedoras de su calificación como delito, que tanto gustan a este individuo y a sus socios, antes o después, le acarrearán las consecuencias personales oportunas. Al tiempo.