(Libertad Digital) Eduard Guitard perdió a su hijo en el accidente del helicóptero Cougar en Afganistán en 2005. Era el piloto del aeroplano. Junto a él murieron otros 16 militares. Desde aquella fatídica fecha, Guitard vive por y para que se sepa la verdad; una verdad ahora más cuestionada que nunca tras las últimas declaraciones del secretario del atestado. De momento, ha conseguido que la Justicia Militar reabriera el caso.
A pesar de que se muestra contento de que el juez vuelva a practicar diligencias sobre la tragedia en una entrevista concedida al diario El Mundo denuncia múltiples irregularidades en torno a la investigación del caso hasta el punto de afirmar que “dudo de todo el sumario, es una vergüenza”.
“Desde el primer momento dijeron que tenía que ser un accidente. Así tenía que ser. A los dos días el presidente Zapatero me dijo que había sido un accidente. Y a mí no me puede decir ni el presidente ni nadie a los días, cuando todavía no se ha hecho ninguna investigación, que ha sido un accidente. ¿En qué se basa usted para decirme eso?”, señala.
Además, Guitard explica que durante estos años ha tenido “todos los problemas del mundo para recibir información del Ministerio de Defensa. Sólo para conseguir el informe de la Comisión técnica del Ministerio que investiga los accidentes aéreos he estado dos años y medio. Me lo dieron a los ocho meses, pero sin anexos. Es decir, me dieron 20 páginas cuando en realidad el informe tiene 200 ó 300 páginas”.
Por otro lado, el padre del militar fallecido denuncia que hay pruebas claves para esclarecer los hechos que se han apartado del camino y líneas de investigación del caso que se han cerrado de forma injustificada.