A las puertas del edificio, el presidente fue recibido con gritos de "Zapatero", "guapo", pancartas con el lema "gracias por tu visita", alguna bandera del arcoiris portada por miembros de la asociación de gays, lesbianas y transexuales de Melilla, y el grito de una mujer que voceó "con dos cojones mi presidente". Entre los congregados había población musulmana con mujeres con las tradicionales chilabas. Al entrar en el Palacio, algunos de los presentes le recibieron con aplausos y comenzaron a hacerle fotografías con los móviles.
Allí saludó a los miembros del Gobierno de esta ciudad y a los diputados de los grupos representados en la Asamblea (CpM y PSOE) y firmó en su libro de oro, donde escribió: "Para Melilla y sus ciudadanos, con mi cariño y lealtad". Posteriormente, Zapatero e Imbroda iniciaron una reunión, a cuyo término, compareció el presidente del Ejecutivo central. Zapatero recalcó el hecho de haber cumplido su promesa de visitar las dos ciudades en enero: "Hace menos de tres meses anuncié públicamente y de manera personal mi intención de hacer una visita en el mes de enero de 2006". A continuación, arremetió contra quienes "negaron la credibilidad de mi compromiso", "lo tacharon de un simple brindis al sol" o "incluso afirmaron que nunca cumpliría mi palabra".
Zapatero aprovechó su discurso para "reiterar" y "ofrecer" la colaboración entre el gobierno central y el autonómico, en una región con "singularidades", aunque no aludió a la españolidad de Melilla. El presidente asumió nuevos compromisos en materia educativa, sanitaria, de medio ambiente, infraestructuras y vivienda y, además, garantizó "el compromiso de mantener y reforzar las medias de seguridad y sociales" en materia de inmigración, un tema en el que piensa contar con la colaboración de la UE y los "países vecinos", en la única referencia a Marruecos en sus palabras. "Ése será el norte de la actuación de nuestro Gobierno", manifestó.
Este martes el jefe del Gobierno tiene previsto visitar, además, un Centro Social de Mayores y el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Después almorzará con Imbroda y representantes de la sociedad civil y se trasladará a Ceuta. Con su estancia en ambas ciudades autónomas, el presidente cumple el compromiso que asumió el 8 de noviembre en el Senado frente a los presidentes de ambos lugares en el debate sobre el Estado de las Autonomías. El Ejecutivo negó que hubiera consultado con el Gobierno marroquí la posibilidad de visitar las ciudades, así como un nuevo retraso en la fecha de llegada del presidente, como se informó días antes de esta visita.