El presidente del Gobierno ha comparecido para explicar "las razones" que llevaron al Ejecutivo a actuar de la forma en que lo hizo ante el caos aéreo. José Luis Rodríguez Zapatero señaló que el Ejecutivo fundamentó la declaración del estado de alarma en la Constitución y en la Ley del 1 de junio de 1981. "El Gobierno es consciente de que es la primera vez en la democracia" que se aplica, dijo. Y por tal razón, alegó, creyó "particularmente conveniente comparecer". No lo hizo, sin embargo en todo el fin de semana.
El presidente hizo un largo relato de los hechos. Explicó que AENA "se vio en la necesidad" de cerrar el espacio aéreo a las 17:20 horas del viernes "como consecuencia del abandono súbito, masivo y simultáneo" de los puestos de trabajo de la mayor parte de los controladores". Señaló que "algunos días antes", controladores de Santiago "comenzaron a dejar de asistir a su trabajo". "En la medida que ese movimiento comenzó a dar muestras de su posible extensión a otras zonas", se aprobó el viernes una "disposición para confirmar la delimitación de la jornada efectuada por el decreto del 5 de agosto", que limitaba las horas de trabajo a 1670.
"Se ha dicho que la previsión del decreto ley lesiona derechos. No. No es la jornada laboral lo que se está regulando", alegó el presidente, "sino lo que se considera actividad aeronáutica". "Son razones de actividad las que lo exigen", añadió. Apuntó que también se aprobó el viernes el sometimiento a revisión por parte de facultativos de Aena en caso de baja y "facilitar, cuando haya circunstancias excepcionales, la aplicación del punto 4.4 a de la ley de Seguridad aérea relativa a poner bajo órdenes militares a los controladores".
Igualmente, alabó el papel del ministro José Blanco, lo que generó los aplausos de la bancada socialista. El jefe del Ejecutivo justificó todas las medidas tomadas el pasado fin de semana en la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la impugnación del decreto ley del pasado febrero por parte de los controladores. Zapatero dijo que era una de las sentencias "más contundentes" que han existido y durante varios minutos estuvo leyendo párrafos del dictamen que afirmaba que la situación anterior de los controladores suponía "un fraude de ley".
El estado de alarma y la "calamidad" pública
El presidente aplaudió en todo momento la actuación de su Gobierno e indicó que "las medidas adoptadas han dado resultado" consiguiendo lo "que no se podía hacer con las condiciones ordinarias".
Tras relatar cada una de las actuaciones del Ejecutivo, Zapatero afirmó que su Gobierno "para hacer frente a la situación de calamidad pública dictó en 24 horas tres normas que han dado respuesta a la gravedad de los acontecimientos".
Las consecuencias
En la última parte de su comparecencia, se refirió a las consecuencias para los controladores y la compensación que puedan tener los miles de afectados. El jefe del Ejecutivo señaló que habrá que esperar a la resolución de los 430 expedientes laborales incoados por AENA por motivos laborales y por la Agencia Española de Seguridad Aréa, (AESA) por presuntas infracciones a la ley de seguridad aérea, para saber la gravedad y el alcance de las responsabilidades en que se haya incurrido.
Respecto a las diligencias iniciadas por la Fiscalía, indicó que también habrá que esperar, pero el ordenamiento jurídico español ofrece "resortes".
Para terminar, Zapatero insistió en que las decisiones buscaban "concluir un gravísimo conflicto con la urgencia que las circunstancias exigían" y que "continúa el trabajo que viene desarrollando desde hace meses para regular la normativa" en lo referido al convenio colectivo. El objetivo, dijo, es "encontrar un punto de equilibrio razonable" y asegurarse de que "una situación como la vivida no puede volver a repetirse".
"Ni un día más ni un día menos"
En su larga réplica, Zapatero ha agradecido a los grupos que le han expresado su apoyo, "algunos por convicción y otros por obligación de trasladar cierta imagen a la opinión pública", pese a que las críticas al Gobierno han sido prácticamente unánimes. "El Gobierno se ratifica plenamente en el convencimiento de la constitucionalidad y pertinencia del estado de alarma", proclamó tras lo escuchado en la cámara.
Se dejó para el final las referencias a la duración del decreto. "El Gobierno es consciente de que es una situación extraordinaria" y trabajan, dijo, "para cambiar ese estado de cosas". La intención del Ejecutivo, apuntó, "es mantener y en su caso pedir la prórroga en función del análisis de la seguridad que debemos tener", con un "mantenimiento de los servicios mínimos". "Eso va a estar garantizado. No vamos a estar ni un día más ni un día menos en estado de alarma", sentenció.